La INESTABLE BRUMA DE LOS AFECTOS

María Luisa Balaguer (ensayista)

El último libro de Mati Morata ¨La inestable bruma de los afectos¨, representa un giro importante en su carrera literaria, en la medida en que aborda una temática muy conectada a la situación más actual de la sociedad en la que se desenvuelven hoy las relaciones personales. En ¨El tiempo de la rabia¨, la autora abordaba las relaciones humanas en las que se desenvolvía una de las épocas más grises de la historia de España, y nos mostraba un registro de los odios y venganzas que se llegaban a producir después de la devastación de un país producto de la lucha fratricida, y sus consecuencias, y en ¨El desorden del azar¨, su acción se centra sobre todo en la pretransición democrática de España, donde la autora nos muestra la realidad de cómo se desenvolvió la política de la clandestinidad, y cómo las universidades españolas la lucha por la democracia adquiría a veces consecuencias dramáticas.

En este último libro, nos encontramos con una fotografía de la sociedad actual, donde aquella lucha sostenida en la transición política, y las expectativas de bienestar que parecerían inmediatas en el siglo XXI, quiebran ante las crisis económicas mundiales de la globalización, y nos presentan un mundo de incertidumbres, precario y mutable, que resulta incapaz de afrontar la situación en la que en estos momentos se encuentran las sociedades occidentales, en plena crisis del estado social. Y es importante ver como a través de la escritura de una autora que se adentra en su obra inicial en el pasado, nos lleva en su producción literaria a través de un hilo conductor hasta los momentos actuales en los que todo parece resquebrajarse.

Y como el tratamiento de sus personajes lo ha situado en la actualidad, la novela nos permite comprobar como la vida de hoy en las grandes ciudades puede llegar a mostrarnos la soledad y la precariedad, incluso en personas que en principio parecerían beneficiadas por la vida. 

Y es esa situación en la que incurren los personajes, la que le permite a la autora analizar el comportamiento que hoy se adopta en situaciones como las relaciones sociales, la amistad, y la fragilidad que con la que se nos muestra todo lo social. Y esto tendrá bastante que ser con otros aspectos de la política y la sociología, por los que la novela transcurre de manera quizás indirecta, pero que desde los protagonistas nos permite analizar las razones por las que las sociedades actuales se han configurado con unas características que tienen en la precariedad la quiebra del todo social, determinando una dependencia de los poderes públicos antes ausente. 

En el fondo de la novela podemos encontrar dos críticas sociales de amplio espectro, de una parte, la manera en que la sociedad del bienestar que los sociólogos predijeron para el siglo XX para Europa no solo no se ha producido, sino que muy al contrario, es la inestabilidad laboral y el trabajo precario, lo que impide el libre desarrollo de la personalidad y la situación de inestabilidad en la que se encuentran hoy personas cuya formación intelectual y profesional están muy por encima de las exigencias de los trabajos que se ven obligados a desempeñar. 

Por otra parte, los estados, en una dialéctica banal, han considerado que la globalización les exime de responsabilidades frente a la ciudadanía y ante una política mediática que se ocupa más de lo global que de lo local, los poderes públicos no se sienten concernidos por exigencias de sus representados, y se eternizan en luchas discusiones banales totalmente ajenas a los intereses de la ciudadanía.

Todo esto lo recoge la novela recoge a través de sus personajes, pero también y desde la soledad que arrincona hoy a esa ciudadanía, dentro de ellos, se vive la lejanía de las ausencias de otras vidas, que ya no están en ellos, y es en esa dimensión, la de la necesidad de comunicación del ser humano, donde creo que la novela logra alcanzar su objetivo. Expuesto el escenario de las sociedades actuales, la soledad de los personajes les hace unirse desde mundos completamente distintos, y donde pueden compartir sus vidas interiores, donde siempre un lado oscuro que acabará dándose a conocer. En ese momento la novela da un giro muy importante para pasar de lo social a lo personal, y a exigir comportamientos antes impensados de los protagonistas.

Como obrar cuando la persona que creías conocer ha podido llegar a ser un monstruo, pero en ese momento constituye para ti una única forma de relación en una ciudad en la que solo has tenido soledad. Y esa el conflicto creo que fundamental en el que la autora nos enfrenta a los lectores con la necesidad de buscar soluciones desde la moral o desde la necesidad de no poder salir de esa situación. 

Y es en se punto donde me parece más interesante el trabajo de Mati Morata, porque obliga a pensar en nuestro entorno, en cómo somos finalmente personas dirigidas, en las que la libertad solamente es un margen, pero nunca una opción incondicional.

Finalmente, me gustaría llamar la atención sobre el estilo literario, la cuidada narrativa del libro, que parece tener siempre la palabra precisa, y que resulta ser el fruto de muchas horas de revisión de los textos, hasta buscar el contexto adecuado en cada capítulo y las formas de expresión propias de cada protagonista. Y es que en la literatura de ficción también importa la forma, y nunca es igual un libro cuya fluidez narrativa te motiva para seguir el hilo del discurso, que quedarse en la importancia del argumento, sin prestar demasiado cuidado a las formas. Y en ese sentido, sin duda este libro, como los anteriores de la autora, muestra una manera perfecta de llevar el discurso, con una muy cuidada redacción y desde esa posición, también muy importante, de no llegar a tomar partido, dejando a los lectores en el momento de adoptar sus propias conclusiones. De ahí, la recomendación de este libro.