El esperadísimo regreso de Mamen Sánchez con una novela que nos recuerda la importancia de vivir nuestras propias vidas cuando los hijos vuelanMamen Sánchez regresa con una novela inolvidable sobre el despertar de una mujer que lo dio todo sin pedir nada, y que ahora, en el silencio que deja el nido vacío, se atreve por fin a mirar hacia dentro y a imaginar una vida distinta. Una historia escrita con una mezcla única de ternura, humor y verdad, característica de la autora.«Desde mi punto de vista, que Margarita se haya ido a París es una desgracia que me ha tocado a mí. […] La cuestión, entonces, es comprender, de una vez por todas, que sus vidas no son ni serán la mía. Que mis hijas no forman parte del universo que me envuelve a mí, sino a otro diferente en el que flotan ellas. […] En el relato de su historia, yo soy necesaria, pero no suficiente, igual que lo fue mi madre cuando, a su edad, yo me embarqué en mi particular astronave y me lancé a la conquista del espacio» |
El año que Margarita se fue a París es una novela contemporánea que da voz a todas aquellas mujeres que alguna vez han sido actrices secundarias en su propia historia. Mujeres que han vivido para cuidar, sostener, acompañar… y que un día, sin apenas moverse, descubren que también ellas son dignas de merecer luz, deseo, plenitud… en definitiva, ser las directoras de su propia vida.Cuando Margarita se va a París, su madre no se lanza a una nueva vida. Se queda donde siempre ha estado. Y, sin embargo, algo cambia. La casa, antes bulliciosa y estructurada en torno a las rutinas de sus hijas, se vuelve inmensa. La soledad no llega como una elección, sino como una conmoción. Pero en ese espacio nuevo —lleno de silencios, de objetos que ya no se usan, de habitaciones vacías— empieza a abrirse otra posibilidad. Esta no es una historia de ruptura, ni de huida, ni de reinvención radical. Es una historia sobre cómo una mujer puede empezar de nuevo sin cambiarlo todo. No se va, no se transforma físicamente, no se reinventa profesionalmente. Pero cambia de mirada. Cambia de ritmo. Se da permiso para recordar, para imaginar, para sentir algo distinto. Se permite, incluso, pensar en sí misma como una mujer con deseos, no solo con deberes. |
«Y no es verdad. Que amarse a uno mismo sea egoísmo no es verdad. Que haya que vivir tres o cuatro vidas a la vez, y ser culpable de todo lo que ocurre en cada una de ellas no es verdad. Que el futuro sea una nube negra, que amenace lluvia, que congele el alma y nos devore no es verdad. Que la soledad sea un parásito que se arrastra en la noche, trepa a la cama y se agarra al pecho no es verdad. Que este planeta cuelgue del firmamento, en un equilibrio vacilante, y que yo sea la responsable de su estabilidad, que baste con que se me suelte un nudo, o se me caiga un platillo, o me distraiga un momento, para que todo se venga abajo, no es verdad». |
Sobre la autora:Mamen Sánchez es licenciada en Ciencias de la Información por la universidad Complutense de Madrid y ha ejercido toda su carrera profesional en ¡HOLA!, empresa de la que es vicepresidenta. Su primera novela de ficción, Gafas de Sol para días de lluvia se publicó en 2006, y la siguieron Agua del limonero, Juego de Damas, La felicidad es un té contigo (uno de los mayores éxitos editoriales del 2013, editada en Estados Unidos, Gran Bretaña y Alemania entre otros muchos países), Se prohíbe mantener afectos desmedidos a la puerta de la pensión, La flor y nata, La hora de las mujeres sin reloj y Costa Azul. El año que Margarita se fue a París marca un antes y un después en su trayectoria. Después de cinco años, regresa a la ficción, con su novela más íntima, tras un periodo necesario de madurez y transformación personal. |