El relato corto puede parecer un formato más sencillo que la novela ante los ojos del profano. Nada más lejos. Un buen relato requiere de una serie de características para poder enganchar al lector y sorprenderlo. La novela también, obvio, pero esta última, al ser un formato mucho más amplio, el autor se puede explayar en crear atmósfera, descripciones, desarrollo…
Hay grandes autores que se sumergieron en el relato como Borges, Poe, Cortázar, García Márquez, Carver, Chéjov y un larguísimo etcétera donde la lista sería interminable. Es por lo que la simple mención de estos grandes hacen grande este breve formato. Hoy también está surgiendo un gran número de escritores contemporáneos que han sido seducidos por este género tan sugerente y tan presente en la actualidad.
Stefano Fracassi, italiano de nacimiento y madrileño de corazón, es uno de estos osados que se lanzan a la piscina de la escritura gracias a cursos y talleres, pero que destaca del resto debido al valor de sus historias. Las reúne y las publica a través de Hilatura, una de esas jóvenes editoriales que detectan el talento y apuestan por él. Un tiempo en el que son tan necesarios estos sellos que sirven de parapeto para proteger la calidad ante la avalancha innumerable de mala literatura que suministra la autopublicación.
En este precioso librito de apenas ciento veinte páginas, podemos adivinar por su atractiva portada y su título, que vamos a encontrar una serie de relatos corrientes que pueden transcurrir en cualquier ciudad, y podríamos vivir cada uno de nosotros, pero con ese toque ácido irreverente e incorrectamente político.
Un claro ejemplo de ello es ya la primera historia que el autor nos narra bajo el título de Tiempos modernos donde un padre normal, que lleva a su hijo a un parque normal, se va cabreando con las situaciones que se encuentra en él. Vemos como dentro de su cabeza va soltando esa mala baba que todos soltamos y que gracias a la corrección política, controlamos para poder seguir llamándonos sociedad. También nos podemos encontrar en otro tipo de Parque, en el que todos hemos pasado gran parte de nuestra juventud, departiendo con amigos y compartiendo con éstos tragos de la misma botella o bocanadas del mismo humo, momentos únicos cubiertos de una pátina de rebeldía, desasosiego y rebelión ante la autoridad, a la vez que nacen historias románticas de la que veremos sus frutos en algún relato más avanzado el libro.
Otro relato nos pondrá la carne de gallina donde esperaremos lo inesperado. Una historia en la cual una situación de bulling debería ser esto lo que realmente nos remueva, pero que gracias al bien saber de Stefano, consigue que las posibles consecuencias sean las que nos mantengan en vilo, para recordarnos más adelante que lo realmente espeluznante es la situación vivida por este crío al ser este un problema real y no literario. Otros si que provocarán que no nos llegue la camisa al cuerpo, por que lo bueno de un libro de relatos es que podemos disfrutar de géneros tan dispares, sintiendo diferentes sensaciones sin salir de las páginas de un mismo libro, ahí también reside la magia de los relatos. Un sinfín de sensaciones diferentes sin saber qué será lo que nos espera a la vuelta de página.
Diecinueve relatos donde algunos nos despertarán una sonrisa, otros nos arrancarán una carcajada, otros nos crearan ansiedad, otros expectación… Ninguno nos dejará impasibles, porque en lo que todos coinciden es en que nos harán reflexionar y plantearnos esa mal denominada normalidad que nos rodea y a la que le iremos a la contra.