“Los demonios de Berlín” es un thriller, sin que esto la encasille en el género, pues aborda grandes temas muy cercanos para todos: el amor, la traición, la fidelidad a los ideales, la extrema megalomanía. Y por añadidura habla de las almas, del perdón a uno mismo, de la maldad.
El proceso de documentación que permite al autor dar vida a sus historias dentro de la Historia, también le permite, como a los grandes escritores, saltársela, enmendarla, cambiarla si hace falta al servicio de una trama de secretos, intrigas y derrotas que consiguen seducirnos para que sigamos con atención la peripecia vital del Arturo Andrade y su exorcismo berlinés.
En un momento de esta intriga al protagonista Arturo se le pregunta qué hace todavía en Berlín si está desarticulada ya la División Azul. No responde, se ve seducido por la guerra a la que denomina estado de conciencia y que “le mantenía atado a una sensación de misterio, peligro y belleza. Quizás”. En Andrade no hay certezas, si acaso una, que se desprende de nuestro peregrinaje con él a lo largo de la obra: necesita deshacerse de sus demonios, necesita paz.
El amor y la guerra se dan la mano también en esta novela. Asistimos a una lucha dentro de otra lucha. La relación entre Arturo y Silke, una lucha que terminará en… lean la novela. Les sorprenderá que el autor no hace concesiones ni con la Historia, ni con el amor.
Novela rápida, con muchas imágenes que nada tiene que ver con los efectos especiales, Ignacio del Valle va pintándonos los momentos, las almas, los pensamientos de tal manera que el lector se verá dentro de la novela participando, opinando y sufriendo con los bombardeos sobre Berlín, con la plomiza presencia de los demonios del protagonista y sobre todo veremos los nuestros porque, si bien es cierto que Arturo sufre durante la Segunda Guerra Mundial, todos estamos bajo los bombardeos de la vida. La guerra actúa como lienzo, como nexo común sobre el cual pintar los conflictos de todos. La guerra como situación límite, como experiencia vital que nos empuja a cuestionarnos la inmediata realidad es un elemento fundamental, es pieza clave en esta novela y en su comprensión. “Los demonios de Berlín” es una metáfora del conflicto vital, ilustra la lucha que todos llevamos por dentro que no es procesión, que es conflicto, es deseo de catarsis o de exorcismo directamente.
Ignacio del Valle ha completado una gran novela y cierra con ella una trilogía pero no sabemos qué será de Arturo Andrade. Hay un hecho destacable, de esos que nos gustan tanto, en la página 29 cuando Maciá (descubran quien es) le dice a Arturo lo siguiente: “de hecho, usted no existe”. Arturo le responde: “soy consciente”. Arturo Andrade existe, Ignacio del Valle ha escrito su vida y esperamos que este héroe vital, este hombre en camino de resolver su conflicto, dé señales de vida en el futuro.
Esta es también una novela visual, cinematográfica. El autor consigue que los personajes vivan, actúen, padezcan. Crea un escenario, una atmósfera sólida y respirable que tensa bien con el amplio conocimiento de la época. Los personajes son perfectamente creíbles, para nada impostados, ni de cartón piedra: nos arrastran hacia ellos por pura verosimilitud.
“Lo verdaderamente importante significa proporción no tamaño”, recuerda Arturo Andrade en un momento de la novela. Ignacio del Valle no cae en este error. La novela tiene las proporciones necesarias para que no terminemos exhaustos por el viaje, nos dosifica y va haciendo crecer la trama para que al final terminemos con el intelecto satisfecho y el alma, porque no decirlo, un tanto más ligera, aliviada como la de Arturo.
El final cierra un círculo. Suena Bach y todo termina dejando en el corazón del que lee un pequeño atisbo de abandono, de cierta tristeza por llegar al final de una buena historia. Arturo Andrade sigue entre las páginas de “Los demonios de Berlín” y hay que decir, para ser justos, que envidiamos a los que van a leerla por primera vez, como los que van a hacer lo propio con Bach.
Pedro Crenes
RESEÑA OFICIAL DE LA EDITORIAL
Arturo Andrade, soldado de la División Azul a quien ya conociéramos en El tiempo de los emperadores extraños, vuelve a protagonizar uno de los episodios más siniestros de la historia contemporánea: el fin de la Segunda Guerra Mundial.
Berlín, 1945. Los soviéticos avanzan, imparables, por las calles llenas de escombros, la lucha es durísima en la ciudad y la derrota alemana, inminente. Arturo Andrade está en medio de aquel caos. Su misión: hallar a Ewald von Kleist, un científico alemán, a quien encuentra muerto en la cancillería del Reich con un misterioso diagrama en los bolsillos.
Así comienza este thriller escrito con pasión y rigor documental, que con un ritmo que no da respiro al lector nos acerca a un personaje que deberá enfrentarse a múltiples demonios, ajenos y propios, para salvar lo único que parece escapar a ese entorno atroz: el amor de una mujer.
Título: Los demonios de Berlín | Autor: Ignacio del Valle | Editorial: Alfaguara | Páginas: 432 | Precio : 20€
Una Novela fantástica, me leí su anterior libro, “El tiempo de los emperadores extraños”(Alfaguara). Done tomaba protagonismo Arturo Andrade, el personaje principal de esta saga de Ignacio del Valle. Personalmente me parece un libro espectacular, lo recomiendo a todo el mundo que le guste este tipo de lecturas.
Para mí también ha sido un placer esta lectura. Es un libro de una gran riqueza, dónde las emociones traspasan lo normal de cualquier novela negra. El desespero, la tragedia, la violencia, la guerra, la crueldad caminando cogidos de la mano de las emociones. Despliega una magnifica documentación y ambientación que hace que las situaciones sean naturales y auténticas y los personajes muy creíbles. Un libro muy recomendable que te deja con ganas de que la historia continúe. Una obra muy bien escrita.
Excelente novela tanto por su calidad literaria, el estilo está muy trabajado y el conjunto de la novela muy bien engranado, como por su trama que es intensa y no decae en ningún punto provocando ese deseo de continuar leyendo para saber “y ahora qué pasará?”. Arturo Andrade, su protagonista, me ha resultado tan real y creíble que espero poder volver a saber de él muy pronto de nuev