En 2000 obtuvo el premio Tanizaki con el libro que presentamos hoy. Su título original es ‘El maletín del profesor” el cual tiene el papel de secundario omnipresente en todo el relato y que sirve de ilación hasta el final. Ese título discreto, como toda su literatura contrasta con el europeo El cielo es azul, la tierra blanca tomado de uno de los haikus incluidos en el relato. El subtítulo sí es más que apropiado: una historia de amor cumple honestamente con el entramado.
Dos personajes principales, Tsukiko, solitaria y bebedora mujer cercana a los cuarenta, cree que no necesita a nada ni a nadie para llenar su vida. Comer mucho y beber sake en los bares es la única afición de una vida en la que todos los días son iguales. Coincide en la taberna de Satoru con ‘el profesor’, un antiguo docente del instituto con el que no tuvo ninguna relación particular pero que a la vejez y como viudo lleva el mismo ritmo de vida que Tsukiko. Entre los dos se establece una relación amor/odio que tendrá diferentes altibajos hasta consolidarse.
Kawakami nos mece con su prosa fluida, nada ampulosa, definiendo bien los personajes reflejando el carácter correspondiente a ambas edades y las manías adquiridas por ambos tras años de soledad. Se podría decir que incluye dentro de la novela tres episodios de una serie coleccionable como documentación extra de la relación entre ambos: Cogiendo setas, cerezos en flor y en la isla son oasis donde ubica a sus personajes lejos del ambiente de la taberna de Satoru obligándolos a interactuar fuera de su hábitat natural. Dentro de la línea media natural del libro estos relatos son hitos imprescindibles para comprender a Tsukiko y al profesor y demuestran un exquisito manejo del ritmo por parte de la escritora, que sin ningún alarde ni efecto especial nos conquista plenamente.
Al margen de esos tres episodios, los capítulos son simplemente relatos cortos sin principio ni fin al uso pero que por acumulación dan formato pleno al libro. La leve tensión marcada por la autora sobre el desenlace de la historia nos engancha hasta el final resolviéndolo de una forma admirable.
Sensitiva, dulce y agradable con el tono de improvisación que las obras bien construidas tienen, parece mentira que la historia de amor de dos bebedores de tan diferente edad nos emocione y nos cautive de la manera que lo hace. Agradecemos el esfuerzo de la traductora por ofrecernos un lenguaje tan claro y actual. Esperamos que el buen recibimiento de esta obra anime a Acantilado a publicar la también premiada colección de cuentos de la autora Furudogu Nakano Shoten.
RESEÑA OFICIAL DE LA EDITORIAL
Tsukiko tiene 38 años y lleva una vida solitaria. Considera que no está dotada para el amor. Hasta que un día encuentra en una taberna a su viejo maestro de japonés. Entre ambos se establece un pacto tácito para compartir la soledad. Escogen la misma comida, buscan la compañía del otro y les cuesta separarse, aunque a veces intenten escapar el uno del otro: el maestro, en el recuerdo de la mujer que un día lo abandonó; Tsukiko, en un antiguo compañero de clase. Con una prosa sensual y despojada, Kawakami nos cuenta una historia de amor muy especial: el acercamiento sutil de dos amantes, con toda su íntima belleza, ternura y profundidad. Todo un descubrimiento literario.
Título: El cielo es azul, la tierra blanca | Autor: Hiromi Kawakami | Traducción de: Marina Bornas Montaña | Editorial: Acantilado | |Precio: 18 € | Páginas: 216 |
La traducción es castiza, no es un español neutro y académico como debiera. Eso quita mucha riqueza al relato.