Siempre tuve muy claro que yo era de letras. Cuando me tocó elegir en sus tiempos, opté por la rama de Humanidades. Me siento mucho más cómoda en este terreno y, para ser sincera, las matemáticas siempre se me han dado francamente mal. Me resulta imposible estudiar algo que no comprendo. Con el paso del tiempo, sin embargo, he aprendido a disfrutar más de la ciencia y, en gran parte, se lo debo al maravilloso Carl Sagan. Con él he aprendido muchísimo, como aquello de cuestionarme otras realidades.
Admiro mucho a la gente que se mueve bien en ambos terrenos y eso es lo que les ocurre a los autores de Spin nulo, la novela de la que hoy os hablo. Rubén Azorín es licenciado en Económicas y diplomado en Ingeniería Técnica Informática. Es, además, socio fundador del Grupo Nexus, empresa matriz de Virtual Zone (dedicada al desarrollo de experiencias en realidad virtual), Nexus Game Studios y Nexus Consultores. Por su parte, Juan Vicente Azorín, se diplomó en Redes y continúa gestionando distintos entornos TI. Rubén ha publicado varias novelas: Luna Apogeo, Luna Nuevo Mundo, Cosmódromo I y Cosmódromo II: Elster. Junto con su hermano, ha coescrito La Torre de Tesla y Spin nulo, la novela que nos ocupa. Como veis, ambos hermanos son hombres de ciencia, pero también se mueven fantásticamente bien en el terreno de las letras. Prueba de ello es el éxito que han obtenido con sus novelas.
Podemos enmarcar la novela Spin nulo en las categorías de thriller científico o techno thriller, muy al estilo también de las películas de Christopher Nolan y de las novelas de Dan Brown. Obviamente, esta novela está dirigida a un público bastante definido, pero creo que puede gustar a personas que no estén acostumbradas a este género por la brillante forma de presentárnosla que han hecho los autores. Pero de esto os hablaré luego, me gustaría empezar ya a contaros de qué trata la novela.
Spin nulo se desarrolla en varios saltos temporales. Por una parte, estamos en el año 2027, en Tokio, donde el doctor Herman Hahn, está siendo entrevistado en televisión en el programa Ciencia y vida sobre el ILC, un nuevo colisionador que está a punto de ponerse en marcha en Japón.
Seis años antes, en el 2021, un joven científico llamado Ian Blom decide abandonar París para aceptar la oferta de trabajo en el LHC, el colisionador situado en Ginebra. Herman Hahn es el coordinador y máximo responsable de los experimentos del Gran Colisionador de Hadrones del CERN. Ian ha sido llamado para que esté al frente de los dos grandes experimentos, el ATLAS y el CMS. Para ello ha tenido que dejar su vida en París y empezar de cero en Ginebra y es que su novia Corina, por algún motivo que desconoce, ha decidido no ir con él.
Ian conocerá al doctor Herman Hahn y a otros compañeros, como Javier Gil que trabajaran con él en el proyecto del doctor, un experimento que podría cambiar nuestra percepción del universo. Pero todo cambia cuando Corina, la novia de Ian, aparece en Ginebra como si nada hubiera ocurrido. Esta le presentará a la doctora Karen H. Wells, su madre, quien está llevando a cabo un experimento alternativo en el mismo acelerador. La doctora Karen tiene toda una trama de personas involucradas en su proyecto que, en cierto modo, trata de sabotear el del doctor Herman Hahn. Y es que ella está convencida de que puede establecerse algún tipo de comunicación entre dimensiones. Es decir, cree que existe la posibilidad de que haya otro mundo similar a este que esté intentando comunicarse con nosotros. ¿Qué es lo que tendrán que decirnos desde el otro lado de este espejo de Carroll?, ¿Sobre qué podrían avisarnos? Tanto el equipo dirigido por Herman Hahn como el clandestino dirigido por Karen H. Wells tendrán que enfrentarse a unas conclusiones que quizás la ciencia pueda explicar, pero no la lógica.
Como os decía antes, a pesar de no ser muy ducha en estos temas, Rubén Azorín y Juan Vicente Azorín lo ponen tremendamente fácil en Spin nulo, ya que tratan estos temas científicos de una forma muy divulgativa y es fácil seguir la trama en todo momento. Además, con tanta intriga, sabotaje y revelaciones resulta muy sencillo engancharse a esta novela, de ritmo rápido, ágil y muy interesante.
Ha sido todo un acierto descubrir Spin nulo y leer otro tipo de novelas. Hay una cosa que no debemos perder nunca: la curiosidad. Y esta novela no es solo para aquel público que os mencionaba antes, sino para todos los lectores curiosos que quieran seguir aprendiendo.