Si nos hubieran dicho hace unos meses que ahora estaríamos viviendo esta locura llamada Covid en la que nos encontramos, la mayoría de nosotros no nos lo hubiéramos creído. Que un virus haya alterado nuestras vidas de manera tan bestia suena a una mezcla entre ciencia ficción y terror. Algo así es lo que debieron pensar los personajes de Tiempo muerto, la nueva novela de Fran Castillo. Seguro que ellos tampoco habrían podido imaginar lo que ocurriría aquella mañana de un veintiséis de septiembre.
Imaginad que os levantáis como todos los días. Apagáis la dichosa alarma, desayunáis y os lanzáis a la calle para dirigiros a vuestros puestos de trabajo. Imaginad que en el trayecto empezáis a notar cosas raras, pero tampoco sois capaces de descifrar muy bien qué ocurre, ya sea por la empanada mental mañanera o porque no podéis creer lo que estáis viendo. Gente que camina como si estuviera borracha, con un ritmo cadencioso y la mirada inyectada en sangre. Gente normal y corriente que ya no parece la misma, sino que ahora se deja llevar por una mala leche sobrenatural y que se lanza sin remordimientos a atacar al resto de personas. Acojona, ¿verdad? Pues ese es el panorama con el que se encuentran nuestros protagonistas aquella mañana. Mucho mejor si la alarma no hubiera sonado, la verdad.
Parapetados en sus oficinas, Gabriel, José, Ramón, María José, Pablo y otros tantos tratan de averiguar qué es lo que está sucediendo en las calles de Madrid. No pueden creer lo que ven desde las ventanas. ¿Qué ha podido ocurrir?, ¿por qué toda esa gente se comporta como si fuesen zombis? y, sobre todo, ¿realmente existen los zombis?
Sofía, por su parte, se levanta como cada mañana para ir a su negocio, un Spa urbano que regenta en Córdoba. Solo que esta mañana tiene la visita de un proveedor, Roberto, que acabará convirtiéndose en una auténtica pesadilla.
Como cada mañana, Saúl se levanta temprano para dirigirse a la línea 4, dirección Argüelles, y bajarse en Avenida América para posteriormente tomar una lanzadera que le llevará hasta su puesto de trabajo como ingeniero genético en el centro de investigación Grün-Tausiet. Pero aquella mañana va a ser bastante diferente. Saúl comienza a notar cosas extrañas, ¿por qué hay gente que anda tambaleándose como si estuviera borracha?, ¿de qué huyen las personas aparentemente normales? Desde el techo de un autobús donde se ha subido para esquivar a las hordas de gente, Saúl observa todo lo que sucede con cierta incredulidad y, al mismo tiempo, como si aquello ya lo hubiera vivido otras veces.
Con este escenario que parece sacado de una peli de Álex de la Iglesia o de la serie The Walking Dead se encuentran todos los protagonistas de Tiempo Muerto esa mañana. No tienen ni idea de lo que está ocurriendo, pero saben que tendrán que organizarse si quieren sobrevivir.
El lector, sin embargo, cuenta con algunos datos más. Intercalando las narraciones de aquella mañana, podemos leer fragmentos del diario de pruebas que se lleva a cabo en el centro Grün-Tausiet, en el que varios científicos colaboran investigando en una vacuna contra algunos tipos de cáncer. Sin duda, estas narraciones y el testimonio de Fernando Ortega, uno de los investigadores, serán el punto clave para intentar averiguar qué está sucediendo. Sólo Saúl sabe realmente qué es lo que tiene que hacer.
Tiempo muerto ha sido todo un descubrimiento para mí. Me encantan las películas y series de terror, pero no soy una gran lectora de este género. Sin embargo, he disfrutado muchísimo leyendo esta novela de Fran Castillo. Con una prosa ágil, bastante humor y una sofisticación sobrenatural bastante realista, el autor consigue que nos metamos de lleno en esta historia. Destacaría, sin duda, esa capacidad para crear personajes tan reales que cualquier lector podría sentirse identificado con ellos. Además, la recreación, los diálogos y descripciones son tan buenos que consiguen que una novela de aparente ficción resulte mucho más verosímil que otras más realistas.
Tiempo muerto es una novela que atrapa, que te lleva donde quiere y te hace ser partícipe de su increíble trama. ¿Qué ocurriría si una mañana te levantas y la ciudad está llena de zombis? Descúbrelo en esta original novela.