Hoy se cumplen 207 de la primera publicación de un clásico que lleva esos mismos años cautivando a nuevos lectores: ORGULLO Y PREJUICIO de Jane Austen. ¿Cómo olvidar a los personajes que pueblan este gran clásico de la literatura inglesa? Una dama empeñada en casar a sus hijas con el mejor partido de la región, los vaivenes sentimentales de las hermanas, el oportunismo de un clérigo adulador…
En nuestra edición encontraréis una detallada cronología de la autora, así como la introducción original de Penguin Clásicos a cargo de Tony Tanner, que desarrolló su carrera como catedrático de literatura inglesa y norteamericana en la Universidad de Cambridge.
El 28 de enero de 1813 se publicó en Inglaterra, en tres tomos, la obra que grabaría el nombre de Jane Austen a fuego en la historia de la literatura: Orgullo y Prejuicio. Los textos de Austen son de los pocos que nunca han sido descatalogados de ninguna editorial desde el momento de su publicación.
La autora escribió sus primeros borradores en la década de 1790, en muchos casos inspirados por los breves viajes que realizaba por Inglaterra y por su día a día en la campiña inglesa en la que tenía la oportunidad de relacionarse con la aristocracia y verse sometida a las normas y costumbres sociales de la época. Orgullo y Prejuicio es, de alguna manera, un reflejo y una crítica de todas estas normas y de cómo Austen las vivía y afrontaba. Precisamente, Orgullo y Prejuicio narra la relación entre una joven casadera y un terrateniente que sufren las presiones sociales y deben superar sus diferencias y aprender a convivir para lograr tener un futuro juntos. Jane Austen otorgó a la novela un tono sarcástico y divertido en el que se puede apreciar un claro trasfondo crítico y un intento de ridiculizar la situación a la que los jóvenes se veían arrastrados ya fuese por su sexo o por el contexto social en el que nacen (“Una verdad universalmente reconocida es que un hombre soltero, poseedor de una gran fortuna, necesita una esposa”).
La novela fue bien recibida y gustó especialmente por la sutileza con la que Jane Austen plasmaba una realidad tan aislada como era la de la aristocracia inglesa que vivía en la campiña. Su hermoso estilo literario y la solidez de sus personajes (destacándose el de su gran heroína Elizabeth Bennet) la consagraron como un clásico de la literatura que ha recibido numerosas adaptaciones a teatro y cine.