La historia neuroatípica de Otto titulada Te dibujaré una armadura es una obra conmovedora que removerá las conciencias de quien se acerque a a ella con la pureza del alma que tiene su protagonista.
Viviana Fernández-Pico ha escrito dos novelas, Taradas y La voluptuosidad de la tristeza. Ese oficio de autora se le nota al contar la historia de su hijo y de ella como madre, la tierna y entrañable epopeya de tener un hijo con una diversidad neurológica única, indiagnosticable hasta ahora, a la que por muchas siglas que se le pongan no alcanzará nunca a abarcar su amor por él y la humanidad que con sus superpoderes Ottiño devuelve a quienes le rodean.
Cuando con dos años y viviendo en Suiza le indicaron que Otto tenía alguna dificultad para aprender, Viviana no le dio demasiada importancia, parecían exageraciones de los suizos. Cuando con 4 años no le invitaron a un cumpleaños porque no era amigo de la compañera supieron que aparte de su diversidad iban a tener que bregar con una sociedad que no lo entendería nunca.
Es en esos dos ámbitos en los que Viviana Fernandez-Pico lleva la narración de la vida de Otto. Por un lado la desesperada búsqueda de un diagnóstico que preparé el camino para un tratamiento y por otro el condicionamiento de la sociedad hacia un niño que “tiene un retraso” o al que echan de una piscina “porque no era normal”.
Viviana aporta multitud de información sobre los diferentes trastornos y las terapias en una obra muy alejada del victimismo y muy cercana al amor de madre incluso a la poesía que ese amor motiva. Una obra que se lee con el corazón en un puño y que nos permite empatizar con quienes sufren estos trastornos, con quienes los cuidan y que nos remueve la conciencia para saber aceptar y ayudarlos a todos ellos.
Literariamente es una historia impecable a la que incluso sin quererlo Viviana le ha puesto un ritmo final de thriller. En cualquier caso nos ha hecho a todos enamorarnos de Otto… de tu Ottiño, Viviana, muchas gracias.