“El ordenador parpadea cuando me siento frente a la pantalla, es como si notara mi presencia. Un toque en el teclado y aparece una fotografía de Paul, la que le tomé durante la noche de bodas en Roma. Me mira, embelesado, desde el otro lado de la mesa que compartimos en Campo de’ Fiori. Al verla, intento corresponder a su sonrisa, pero cuando me inclino hacia delante vislumbro mi propio reflejo en la pantalla y me detengo. Odio verme de improviso. A veces ni siquiera me reconozco. Crees saber qué aspecto tienes y de repente te encuentras a esa desconocida mirándote fijamente. A veces incluso me asusto”.
Siempre me han interesado los fenómenos literarios, y los acabo leyendo con más o menos éxito, pero me gusta opinar desde la lectura. Por eso, hoy traigo a mi estantería virtual, La madre.
Recuperamos a la periodista Kate Waters mientras lucha en su redacción por conservar el trabajo de periodista frente al implacable empuje de las nuevas tecnologías. Allí se fija en una noticia que habla del hallazgo del cadáver de un recién nacido en el patio de una casa, un cuerpo que parece tener muchos años y un misterio por desentrañar. No será la única persona que se vea afectada por la noticia, una mujer llamada Ángela verá en ella la posibilidad de saber que sucedió con su hija desaparecida hace cuarenta años, y otra llamada Emma se sentirá culpable de una forma casi irracional.
Conocimos a Fiona Barton con su novela La viuda, un éxito tan aplaudido como vapuleado en el que nos presentó, además, a Kate Waters. En La madre, al igual que en su novela anterior, hay un niño, varios puntos de vista y mujeres como protagonistas principales de la acción. No es la única autora que repite formulismo y de hecho es algo habitual en el género.
En este caso, de las tres mujeres que forman el eje principal, Waters es la que más interés despierta en el lector, quizás por ser la menos repetitiva en sus acciones y pensamientos, y serán los ratos en los que la acompañemos junto a su becario, aquellos en los que la novela avance con más o menos éxito por la trama. Emma que se tortura de forma incesante sin llegar a desvelar el motivo durante la mayor parte de su aparición, se repite una y otra vez y no siempre quedan justificadas sus reacciones ni tampoco la relación con su madre Jude, a quien introducirá en la historia para presentarnos a una mujer vanidosa y egocéntrica. Por último Ángela, representa a la perfección el papel de mujer que sufre una gran pérdida y no logra recuperarse convirtiendo su vida en un islote en medio del mundo y de su propia familia. Con todas ellas, más allá de la trama, Barton parece querer dar pie a una pregunta, ¿qué es la maternidad?, porque también Waters tiene un hijo cuya relación entrevemos, así como la que tiene con su becario, el jovencísimo hijo de una mujer poderosa. Y a fin de cuentas, hay muchos tipos de maternidad, que se pueden ver reflejados en cada decisión tomada empezando por la de tener o no un hijo. Sin embargo, esa pregunta se oculta tras la trama llegando tan solo a insinuarse entre silencios y alguna contradicción, opacando de este modo lo que considero podría haber sido lo más relevante de la novela.
La trama es relativamente sencilla y, pese a que Barton busca generar dudas y añade un par de elementos más que puedan resultar atractivos para el lector o terribles, incluso dramáticos, la resolución final difícilmente cogerá de sorpresa a quien haya puesto un mínimo de atención a la historia. He encontrado además, huecos e inexactitudes, incluso alguna repetición que reconozco me ha llegado a resultar hasta divertida (a fin de cuentas el sentido del humor de cada uno es algo muy personal).
La madre es un libro que llega con la intención de mantener al lector entretenido; sin embargo, la necesidad que parece tener la autora de repetir una y otra vez los hechos, consiguen que una trama que hubiera podido ser un buen rompecabezas llegue a tornarse en algo aburrido por momentos, perdiendo esa agilidad tan necesaria en este tipo de novelas que tan mal soportan el desgaste. Sinceramente, no creo que repita con la autora.
Y vosotros, ¿con qué libro comenzáis la semana?
Este libro, directamente, me ha parecido muy malo. Desde la mitad ya se ve claro todo lo que va a pasar. Hasta yo, que nunca me entero de nada, he adivinado completamente el final.
Es una buena novela, me gusta la manera de enfocar la trama y la anterior la Viuda, también me gustó. Las recomiendo.