Toda buena historia merece un buen final. Algunos autores consideran que los finales de los libros son lo de menos, sin embargo hay libros muy interesantes que echan a perder buena parte de la historia con un mal final.
Terminar suele ser una obligación; terminar bien, un difícil arte
3. Los miserables – Victor Hugo
Duerme. Aunque la suerte no le fue propicia, vivía. Y murió cuando perdió su ángel. La muerte le llegó sencillamente, como llega la noche cuando se marcha el día.