
“Deliana, la custodia del umbral, es una novela del despertar”
De acompañar a Personas Altamente Sensibles (P.A.S.) a novelista, la vida de la escritora Catalana Lydia Ruiz la mueve la pasión por un cambio de paradigmas en la humanidad. Desde esa idea publica su primera historia en la que narra la defensa de una guardiana por aquello que “en realidad somos”.
Por: Marcos Fernández.
Pregunta: – ¿Deliana es una guardiana?
Respuesta: – Sí, lo es, pero su misión es mucho más trascendental que vigilar un objeto o un lugar físico. Deliana es una Custodia del Velo, enviada desde el mundo invisible de la Luz y el Amor, donde rigen las Leyes Universales.
La novela explora esa dolorosa desconexión: venimos de un lugar de plenitud, pero al llegar al plano material, olvidamos ese origen y caemos en el olvido. La tarea de Deliana no es traer un poder nuevo, sino recordarles a las almas el poder que ya está en ellas, ayudándoles a conectar con el Amor y a evitar el Abismo del Miedo. Su propósito no es una misión fija que tenga claro, sino un camino que irá descubriendo y entendiendo en su día a día, a medida que crece y vive sus propias experiencias. Es la historia de una joven que está aprendiendo a ser una guardiana, y esa evolución gradual la hace muy cercana. En esencia, Deliana es el puente entre lo que somos y lo que podemos volver a ser. Es la guardiana que nos susurra: ‘Recuerda quién eres y de dónde vienes’.
P: – ¿Y Lydia Ruiz es una guardiana? ¿Qué proteges?
R: – Sí, lo soy. Y es un propósito que, como el de Deliana, he ido descubriendo con el paso de los años. Mi camino me ha llevado a ser una guardiana porque siempre he tenido un sentido muy crítico y rebelde hacia cómo está organizado el mundo; me duele ver cómo el enfoque en el Tener nos aleja del Ser, generando tanto Miedo y sufrimiento. Por eso, lo que yo protejo es la coherencia. Protejo ese intento diario, que no es fácil, de vivir alineada con el Amor en cada una de mis interacciones, incluso en las rutinas del día a día. Es ahí, en lo pequeño y cotidiano, donde se libra la verdadera batalla contra el Abismo. Mi don innato, que se hizo totalmente claro hace solo unos años, es el de acompañar a las personas a encontrar y encender su propia luz. Esto se manifestó primero en mi profesión como Coach para Personas Altamente Sensibles (P.A.S.), y ahora mi escritura es una herramienta más para recordar a todos que el poder para transformar está dentro de nosotros. Sé que este camino de reconexión con el Ser no es fácil ni rápido, pero lo que sí sé es que es el único que nos devuelve la Paz.
P: – Si al leer el título, una lectora piensa que está ante una novela de aventuras. ¿Tú qué le dirías?
R: – Le diría que, si lo que esperan encontrar es un libro de aventuras y batallas de ficción en el sentido tradicional, no es eso. Pero es, sin duda, la gran aventura interior. Mucha gente busca acción en un mapa o tesoros escondidos. En mi novela, el viaje de Deliana es trepidante, y la verdadera lucha se libra contra el Miedo, la duda y la desconexión, que son las fuerzas del Abismo manifestándose en el plano cotidiano.
Y lo más importante es esto: aunque Deliana sea una Custodia, hay situaciones, emociones y desafíos que sin duda el lector puede conectar y sentir como suyas.
P: – ¿Novela de aprendizaje?
R: – Más que una novela de aprendizaje en el sentido clásico, yo diría que es una novela de despertar. El libro está construido de tal manera que, al acompañar a Deliana en su camino de descubrimiento y en sus luchas cotidianas, la historia te lleva inevitablemente a la autorreflexión. Las preguntas que ella se hace, las batallas que libra, son las mismas que todos enfrentamos en nuestro interior. El objetivo no es que el lector aprenda una lección, sino que, a través de esa reflexión profunda, se sienta impulsado a un cambio. Queremos que la lectora se detenga y se pregunte: ‘Si Deliana protege su Velo, ¿qué estoy protegiendo yo? ¿Estoy viviendo desde el Amor o desde el Miedo?’ Así que sí, hay una transformación, pero la realiza el lector. La novela es, en realidad, un catalizador para que cada uno active su propio poder y su propia luz
P: – ¿Tú aprendiste de la vida escribiendo esta historia?
R: – El proceso fue, de hecho, a la inversa. Primero la vida me enseñó. A través de mis propias luchas y despertares, la vida me obligó a practicar esa coherencia con el Amor en las rutinas diarias. Después, Deliana ha sido la expresión y el canal de todo ese aprendizaje y mi manera actual de entender la vida
P: – ¿Cuál es el umbral actual del mundo?
R: – La ciencia habla de umbrales climáticos, de pobreza… y son reales y aterradores. Pero si me preguntan a mí, el umbral actual del mundo es un umbral de conciencia. Hemos llegado a puntos insostenibles de absurdidades. Es la prueba de que el Abismo que describo en mi libro —ese mundo oscuro regido por el Miedo y el Tener— se ha manifestado con tanta fuerza en el plano material que nos ha llevado a estas incoherencias y conflictos. El umbral no es el cambio climático en sí, sino nuestra incapacidad colectiva para responder desde el Amor y la coherencia. Estamos en ese momento bisagra en el que elegimos si nos hundimos en el Abismo o si damos el salto de vuelta a la Luz. Por eso, el mensaje de Deliana es tan urgente: el verdadero umbral está en la decisión individual de cada persona. Es el momento de recordar la fuerza que ya está en nosotros, porque esa es la única solución al sinsentido global.
P: – ¿La literatura sana?
R: – Rotundamente sí, todo el arte en general, sana a un nivel muy profundo. La sanación se produce porque el arte es el puente que nos permite conectar con el mundo de lo invisible y la imaginación, ese espacio de la Luz y el Amor del que venimos. De hecho, el arte debería tener un espacio mucho más presente en las aulas de nuestros hijos. Cuando leemos, cuando escuchamos música o pintamos, estamos utilizando nuestro canal de expresión para salir de la jaula del Miedo y de las normas rígidas del plano material. El arte nos permite expresar lo inexpresable, y por eso nos conecta tanto: porque nos recuerda que somos más que nuestra realidad tangible.
P: – ¿La sociedad actual tiene la mirada enferma? ¿Y el oído?
R: – Creo que la sociedad actual tiene la mirada y el oído en el lugar equivocado. La mirada no está enferma, pero está mal dirigida. Ha sido entrenada para enfocarse únicamente en el Tener, en los resultados, y estamos siempre azotados por una vara de medir externa. No miramos hacia adentro para ver nuestra Luz. Nuestro oído también está mal dirigido, porque solo escucha el ruido del mundo, la desinformación y el miedo. Hemos perdido la capacidad de escuchar el silencio interior, que es la voz de la coherencia y el Amor. Y es urgente enfocar y dirigir correctamente.
P: – Con esta primera novela, ¿te ves dedicada a la literatura?
R: – Dedicarme a la ‘literatura’ son palabras mayores, me queda muy grande. Yo lo veo de una forma mucho más llana: he encontrado un canal de expresión vital en la escritura, que es mi forma de ejercer mi propósito de Custodia. Esta es una escritura del alma. Es la manera más honesta que he encontrado para canalizar ese aprendizaje de la vida y la visión que quiero compartir con el mundo. Mi compromiso está con esa verdad, con esa coherencia. Y sí, me veo siguiendo este camino. Soy plenamente consciente de que soy una aprendiz, y como en todo, voy aprendiendo poco a poco. Cada libro de Deliana será, sin duda, una mejor versión, no solo porque el mensaje sigue evolucionando, sino porque la técnica mejorará. Me veo dedicada a seguir compartiendo esta escritura del alma y a mejorar en el oficio de hacerla llegar al lector de la mejor manera posible.