Donde se acaba el mar, de Breogán Conde

Cuando llevas tantas lecturas encima, ya es raro que algo te sorprenda. Te puedes encontrar novelas que te gusten más o te gusten menos, pero la capacidad de sorpresa es como si se encallecese. Pero afortunadamente es solo como, porque cuando menos te lo esperas, te llega un libro que despierta esa capacidad.

Cuando ese libro, para colmo, es de un autor desconocido, y que incluso ha llegado a autopublicar, esa sorpresa aún es mayor, y te preguntas cómo las editoriales no han reparado en tan original obra.

Estas cuestiones me han surgido al leer Donde se acaba el mar —título que homenajea a aquella gran canción de principio de los noventa del grupo coruñés Los limones—, una novela ligera pero que encierra entre sus breves páginas mucho más de lo que en un principio parece.

En ella aparece Leo, un farero seco, antipático, medio alcohólico y caradura al que le cogeremos mucho cariño a medida que lo vayamos conociendo a él y sus excentricidades.

La novela comienza narrando un hecho del pasado donde unos tipos parece que están realizando contrabando junto al mar en una mala noche. Uno de estos tipos es un antepasado del actual encargado del faro, Leo.

Ya en la actualidad, Leo recibe una llamada de teléfono una noche determinada del año, así como ráfagas de luces en su ventana, que acompañan a la llamada. Arrancando de estos y otros hechos, decide viajar a Madrid para tratar de esclarecer, junto a su hermano Yago, su gemelo, estos acontecimientos.

Al no encontrarlo en su piso, es confundido con su hermano por los conocidos de éste, así que decide hacerse pasar por él para así tratar de averiguar la verdad por él mismo.

Siendo su hermano una figura importante dentro del arte, Leo se verá imbuido en un mundo que a primera vista parece culto y sofisticado, pero descubre que no es más que esnobismo y apariencia.

Los protagonistas de esta novela son una baza importante para que nos enamoremos de la historia. Leo, un hombre cuyo pragmatismo nos arrancará más de una sonrisa, y que verbaliza —la mayoría de las veces solo de pensamiento— lo que opina del arte conceptual frente a los esnobs pagados de sí mismos, poniendo en tela de juicio lo que para unos ególatras con ínfulas es arte, mientras que para el resto del mundo no es más que una broma de mal gusto, casi ofensiva al ver las cifras que manejan.

Sátira sobre el arte moderno. esa vanidad impostada por algo que en realidad no sabemos qué es, pero que creemos que es sublime por el mero hecho de que nos lo hacen creer. Una crítica mordaz al mundo del arte cuando se reduce nada más que a un baile de números.

Todo aderezado por una fina ironía, cercana al sarcasmo, gracias a un protagonista que carece de filtros, pero que aun así nos resulta encantador, que incluso vive una historia de amor muy bonita, que él mismo se construye a su antojo, cuando ni la interesada misma tiene conocimiento de ello.

El estilo del autor es muy limpio, y a pesar de que la historia está tejida con diferentes hilos, estos resultan bien entrelazados, donde todos ellos generan interés, dando una sensación de buen sabor de boca al ir descubriendo como todo queda bien fraguado.

Su narrativa puede llegar a recordar a la del gran Eduardo Mendoza, pero que personalmente creo que se acerca también a Andreu Martín, un autor que nos hace reír con su pluma cargada de sarcasmo pero que hace magia con sus tramas y giros rocambolescos.

Sus cortos capítulos inducen a la lectura que se torna adictiva a medida que vamos avanzando, y que devoraremos como si de pipas se tratara, ya no solo por su duración, sino por lo que nos cuenta, y que querremos saber qué ocurrirá con Leo, ese sinvergüenza de buen corazón, que con su desparpajo tratará de poner a cada uno en su sitio.

Lectura muy recomendable, más para estos días calurosos de asueto donde lo que queremos es divertirnos y olvidarnos de nuestros propios problemas, cosa que esta novela consigue con éxito.

De momento podéis encontrar la novela a través de este enlace: https://www.amazon.es/Donde-se-acaba-el-mar-ebook/dp/B0DHPVKVGF pero estoy seguro de que pronto también estará disponible en librerías.