
El nombre de Agustín Martínez está inevitable ligado al fenómeno literario de la saga La novia gitana, que surgió en 2018 de la pluma de la escritora etérea Carmen Mola
En 2021, tras ganar el premio Planeta con La bestia, se desveló la verdadera identidad de la ficticia escritora. Se trataba del seudónimo con el que se ocultaba Agustín junto a Jorge Díaz y Antonio Mercero.
Lo que tal vez no es conocido por algunos, es que cada uno de ellos contaba ya con una gran trayectoria a sus espaldas como escritores y guionistas.
Nacido en Lorca, cursó estudios de Imagen y Sonido en la Complutense de Madrid. Ha trabajado como guionista en conocidas series como Sin tetas no hay paraíso, La chica de ayer o Crematorio.
Monteperdido, fue su primera novela, adaptada posteriormente para la televisión en formato serie. El esplendor es la tercera novela que Agustín Martínez publica en solitario. Demostrando una vez más su dominio de la tensión en este nuevo thriller que no da tregua al lector.
En ella nos narra como la joven pareja de buscavidas, formada por César y Rebeca, viven de ocupas en el piso de un anciano fallecido sin familia. Él se gana la vida pasando drogas y proporcionando diversión a clientes VIP de un hotel de lujo, mientras ella localiza a parientes de fallecidos intestados a cambio de un porcentaje de la herencia.
Es a raíz de la investigación y búsqueda de los familiares de una pareja de ancianos fallecidos que ella debe viajar a Guernsey, la isla inglesa situada en el Canal de la Mancha. Al regreso del viaje, César encuentra a Rebeca en estado catatónico y con señales de que ha sufrido un violento ataque. Él realizará ese mismo viaje, tratando de averiguar qué es lo que le ocurrió para que quedara en ese estado. Lo que descubrirá será más sorprendente que cualquier hecho que pudiera imaginar.
La historia ya es lo suficientemente adictiva para engancharnos a su lectura desde la primera página, donde se intuye, bajo un velo de normalidad, que los secretos nos acechan a cada vuelta de página. El estilo pulcro de Agustín acentúa la sensación y necesidad de saber qué ha ocurrido. Con ese narrador omnisciente, que nos cuenta los hechos en presente provoca que el misterio que envuelve a los personajes, nos contagie de la inquietud de estos; ese querer saber qué le ha ocurrido a la muchacha.
Hechos que iremos conociendo de primera mano, por que de manera hábil, el autor pasa a narrar los acontecimientos desde la perspectiva de César, que rellena los huecos de la historia de su pareja a través de los informes que ella ha escrito en su ordenador a modo de diario, lo que a veces arrojará más sombras que luz en el camino de su amado. Para a continuación pasar a ser Rebeca nuestra guía, completando la otra mitad de la historia.
Decía el actor Cary Grant que era un tipo que interpretaba a un personaje que llegó a ser el personaje que interpretaba. Este sería un buen resumen del tema en el que profundiza esta novela. ¿Quiénes somos realmente? ¿Somos quienes nosotros creemos, o aquellos que mostramos a los demás? Esta y más cuestiones nos expone Agustín Martínez. Nos plantea si realmente conocemos a quienes nos rodean. Incluso llega más allá, ¿nos conocemos a nosotros mismos?
Como resultado de un gran trabajo de investigación, el autor nos traslada unos hechos acontecidos en ese pequeño archipiélago perteneciente a la corona británica, pero que es más cercano a territorio francés, y cuyas islas tuvieron un turbio protagonismo durante la Segunda Guerra Mundial. El único territorio inglés que estuvo bajo el dominio nazi, donde su eco llega hasta nuestros días.
Esta novela de cuatrocientas páginas, y que Planeta nos presenta en rústica, no decepcionará a los seguidores de la ficticia escritora como del propio autor, que es una tercera parte de ella. Cargada de misterio, emoción y huyendo, esta vez, del detalle escabroso —que yo personalmente agradezco—; no haciendo la lectura incómoda, pero sí adictiva, con unos protagonistas atípicos pero muy humanos, donde cada giro sorprenderá al ávido lector hasta su última página.