Mujeres envenenadoras en la Historia,¿por qué decidieron hacerlo así?

En esta obra de la farmacéutica y criminóloga Marisol Donis, encontramos una recopilación de casos reales de mujeres asesinas. La historia del crimen perpetrado por las mujeres a lo largo de la historia se resume en una palabra: veneno. La debilidad física de la mujer la sustituye esta con astucia, disimulo y decisión. Sabe esperar el momento oportuno, cuando emplea el veneno ha premeditado y buscado el momento justo para administrarlo. Es un delito frío, no se puede hablar de arrebato y es un arma de tipo cobarde pues la autora piensa que va a salir bien librada, que su delito pasará inadvertido. Y es esa confianza lo que hace que en ocasiones sean imparables y se conviertan en multienvenenadoras, en asesinas en serie.

La primera parte del libro está dedicada al veneno, los más utilizados a lo largo de la historia, la evolución de su empleo, de los alcaloides a los psicótropos y sustancias medicamentosas de todo tipo, pasando por productos domésticos. Sin olvidar otras sustancias capaces de provocar la muerte, como polvos de vidrio o puntas de alfiler, consideradas por nuestra jurisprudencia como veneno. También se hace mención de la evolución en la forma de detectar venenos y, más aún, a las técnicas empleadas en la realización de autopsias.

En la segunda parte, el libro aborda los envenenamientos. Las víctimas y verdugos, siendo estos últimos mujeres, mujeres que han sido y son, las reinas del veneno. A través de ellas veremos la evolución de las leyes penales. Desde condenadas a morir en la rueda, lapidadas o despeñadas, como las envenenadoras de la Antigua Roma o Grecia, quemadas y guillotinadas en la Francia del siglo XVII, hasta las ejecutadas en nuestro país a garrote o condenadas por un simple delito de lesiones. 

En este libro Marisol Donis hace un repaso detallado de casi medio centenar de crímenes reales cometidos por envenenadoras en la historia reciente prestando atención no solo a lo ocurrido, a los hechos y a los métodos empleados, al seguimiento de la prensa, a las investigaciones de la Policía y a la atención popular que despertaron, sino también a las circunstancias de todas estas mujeres

Las mujeres y el veneno han tenido una extraña y perversa relación a lo largo de la historia. Se puede envenenar por odio, por celos, rencor, venganza, ambición y hasta por compasión. La historia está llena de mujeres envenenadoras. En Francia madame de Brinvilliers, La Voisin, Hélène Jégado, Violette Nozière, Marie Lafarge, Marie Besnard, Simone Weber y un largo etcétera.

En España se conoce a un buen número de envenenadoras también que, en su día, conmovieron a la opinión pública por la repercusión que tuvieron esos sucesos. Maridos inoportunos, viejos molestos, celos, envidias, sentirse injustamente tratadas, todo parecía solucionarse con una tisana aparentemente inofensiva. Teresa Gómez Rubio que envenenó a su compañera también sirvienta, Juliana Sada que trató de matar a sus compañeros de piso y acabó matando solo al perro, María Domínguez Martínez que llegó a la ciudad para trabajar en el servicio doméstico y fue envenenando a los miembros de la familia con leche azucarada con insecticida… y así hasta llegar a medio centenar de crímenes reales.