La música no es solo un número de notas que forman melodías, es mucho más. Estamos tan arraigados a ella, que es imposible separarla de recuerdos y sensaciones que nos acompañarán el resto de nuestras vidas. Tal vez, por ello tendemos a idealizar los años que contextualizaron una época tan trascendente como es nuestro paso de la adolescencia a la juventud.
Puede que este sea el motivo por el que sentimos nostalgia de los años 80 en general, y de la música que sonó durante ella, en particular. Pero los 90 no se quedaron atrás en eso de dar vergüenza ajena y hacernos creer (erróneamente) que cualquier tiempo pasado era mejor. Fue también una época bastante convulsa en lo social, como prolífica en lo musical. Aparecieron géneros tan controvertidos como el grunge, el rock alternativo, el ska punk, el reggae fusion, el pop punk, el pop británico…
Pero no fueron señeros solo por el surgimiento de estos estilos, también por canciones icónicas de grupos aún más icónicos, donde sus canciones se repetían en la radio fórmula hasta la saciedad, quedando marcadas a fuego en nuestro subconsciente. Era indiferente que al estilo que pertenecieran no nos representara, esas canciones quedarían de forma indeleble en nuestra mente, sorprendiéndonos más de una vez tarareándola a pesar de, incluso, odiarlas.
De todo esto va el nuevo libro de Rob Harvilla, periodista musical americano y residente en Ohio. Periodista musical conocido en su país por haber sido conductor de numerosos podcasts musicales, y trabajar en distintos medios relacionados con la música. Uno de sus podcasts más conocido fue 60 songs that explain the ´90s, en el cual, como su propio nombre indica, analizaba 60 canciones que explicaban los 90. Siendo esas 60 canciones las que aparecen en su anterior libro, y que con el que nos ocupa hoy, amplia ese número, lo que hizo con su propio podcast, que fue ampliando hasta llegar a las más de 120.
Al igual que las canciones que nos acompañaron, y nos marcaron, a lo largo de la década que alude el título, Harvilla no se limita a un género. Amplía tanto el abanico como igual de amplio era el panorama musical de la época. Es por lo que en este análisis podemos encontrar títulos tan antagónicos como La Macarena de Los del Río, Under the bridge de Red Hot Chilli Peapers, Wannabe de Spice Girls, Zombie de Cranberries, Wonderwall de Oasis… y así un largo etcétera hasta llegar, y superar, el número 90 de esas canciones que definieron esos diez años. Canciones que actuaron como catalizador, trascendiendo su forma para pasar a formar parte de recuerdos y sentimientos.
Con una narración cargada de fina ironía que resuma mala baba, el autor acude a sus propios recuerdos, los cuales comparte con el lector. Experiencias de vida en las que nos vemos reflejados. Momentos adheridos al subconsciente gracias a la banda sonora que los acompañaba, así va desgranando esos recuerdos junto a esas canciones, realizando unas veces amplio, otras breve, análisis de las canciones; de las historias que las hicieron posible, y de los artistas que las interpretaban. Curiosidades y datos interesantes que nos sorprenderán , o al menos, despertarán nuestro interés.
Muchas —la mayoría— nos sonarán, otras no conoceremos, puesto que incluso a las puertas de los dos mil, no solo separaba un océano ambos continentes, y mucha de la música que sonaba por aquellos lares, aquí era más complicado de oír, por muy machacona que resonase en el país de la hamburguesa con patatas. Lo que sí es seguro es que este libro lo leeremos con atención y con el móvil cerca, para recordar o descubrir, a través de nuestra app musical favorita, el tema del que nos habla el autor en ese momento.
Un libro muy interesante, pero a la vez muy divertido gracias a la narración, encontrando en él joyas como las frases con las que arranca el primer capítulo, donde apunta que Celine Dion canta como si sus canciones le debieran dinero; o que escuchar a Metallica es como caer por las escaleras durante más de una hora. Hipérboles que definen perfectamente lo que sentimos al oír a estos artistas.
Dividido en diez capítulos, repasando en cada uno diez títulos —el propio título indica ese «o más»— de canciones, en los que da un buen repaso, en el sentido más peyorativo de la palabra, tanto a interpretes como canciones.
Al Rob se le ve un poco el plumero al haber incluido bastantes canciones pertenecientes al hip hop, género del que me siento bastante ajeno, por lo que en esos temas me he sentido más perdido, pero que compensa con creces en títulos que conocemos más que de sobra.
Libro muy recomendado, no solo para aquellos melómanos que se sientan nostálgicos, también para todos aquellos que quieran rememorar aquella extraña década, y que más de una vez se enfadó consigo mismo porque no podía quitarse de la cabeza My heart will go on.