Por: L. J. Abad.
En el siguiente artículo la joven escritora española revela detalles del proceso creativo de su primera novela. Una obra en la que narra la vida de una mujer, con sus cambios y desafíos, en medio de grandes acontecimientos colectivos.
Nuevos Principios es una historia de cambio, crecimiento personal y redención que explora lo mejor y lo peor del ser humano en situaciones límites. A través de los ojos de Marina, la protagonista, la novela invita a reflexionar sobre la fina línea entre el bien y el mal, y cómo nuestras decisiones, muchas veces políticamente incorrectas, nos definen en momentos de crisis.
Marina se encuentra en un momento de ruptura en su vida. Insatisfecha con su presente, decide apoyarse en su abuela Coco, una mujer adelantada a su tiempo, firme en sus convicciones y en la fase terminal de su vida. Juntas, se enfrentan a la pandemia, que trastoca sus vidas y las confina en una comunidad de vecinos donde nada es lo que parece.
La novela no solo refleja la incertidumbre de esa época, sino que utiliza la pandemia como escenario para intensificar las decisiones cruciales que toman los personajes. Este contexto histórico es el telón de fondo perfecto para explorar cómo los momentos de máxima tensión nos obligan a cambiar, a repensar nuestro lugar en el mundo y a desafiar las expectativas.
Un aspecto clave en la novela es la relación entre abuela y nieta. Coco no es la típica anciana dulce y frágil; es una matriarca fuerte, una mujer imparable que siempre vivió adelantada a su época. Su vínculo con Marina es el corazón emocional de la novela, un reflejo de las relaciones intergeneracionales que en muchos casos influyen más de lo que creemos en nuestras decisiones y personalidad.
Cada personaje, desde Marina hasta los secundarios como María Rosa y Luz, fue construido con detalle para reflejar las diversas facetas de la sociedad: diferencias de clase, expectativas sociales, culturales, laborales y de orientación sexual. A través de sus decisiones, los personajes revelan sus propios conflictos morales y enfrentan situaciones que desafían sus valores.
Como escritora, uno de los mayores retos fue lograr que la trama, que en un principio parece costumbrista, tomara giros inesperados sin perder el ritmo. Fue crucial mantener la historia ágil para que los lectores se mantuvieran inmersos, sin dejar de lado el desarrollo profundo de los personajes y sus pequeños conflictos que, en conjunto, alimentan la narrativa principal.
La enfermedad de Coco, el drama sanitario general, y los momentos más oscuros de la trama fueron difíciles de manejar. No quería caer en dramatismos ni en detalles escabrosos innecesarios. Mi intención fue retratar estos episodios de manera respetuosa y auténtica, reflejando cómo, incluso tras los momentos más trágicos, pueden surgir oportunidades.
El mensaje principal de Nuevos Principios es la capacidad de cambio. La vida está hecha de decisiones que, aunque a veces difíciles, tienen el poder de transformar nuestro camino. La historia de Marina es una de liberación, la de Coco es una de redención, la de María Rosa de superación y castigo. Al final, lo que la novela busca es mostrar que de los momentos más oscuros pueden surgir nuevos comienzos, más brillantes y llenos de posibilidades. Las consecuencias de nuestros actos, tal y como plasmó en su día Dostoyevsk nos persiguen allá donde vamos.
Personalmente escribir esta novela fue un viaje personal pues también representó un nuevo principio como escritora. Superé mis miedos y me entregué a la escritura, con el profundo anhelo de hacer que el lector sueñe, tal como lo hago yo cada vez que me pierdo entre las páginas de un libro.
Si bien el proyecto ha sido un reto, también ha sido lo más gratificante que he hecho. Tanto que ya tengo otra novela publicada y otra lista para salir al mercado. Espero que mis obras sean el nuevo principio para mis lectores, y si no, al menos, un grato entretenimiento.