“Nos amará la noche” es una novela que transita entre los géneros de la novela negra y el thriller psicológico. Por momentos podría pensarse también en ella como una novela fantástica, aunque en el fondo todo lo que ocurre podría ser real, tan solo una obsesión de sus dos protagonistas. Está ambientada en 2006 y en 2012 durante los últimos coletazos de la gran crisis económica iniciada en 2008.
Álex y Carlos sueñan uno con el otro aunque viven en tiempos diferentes. Carlos es un abogado implicado en una trama de corrupción que despierta de un coma postrado en la cama de un hospital. Sueña con Álex y se da cuenta de que gracias a él va recuperando la memoria sobre quién era, por lo que no duda en intentar utilizarlo; intuye que su vida depende de que Álex siga vivo en sus sueños. Álex es un joven sencillo, algo tímido, con brillante expediente académico, que busca encontrarse en lo personal y lo profesional en plena crisis. Vive con su novia Eva y trabaja en un almacén logístico para ir tirando. Tiene pesadillas con alguien que parecía muerto, pero que ha despertado en un hospital. Álex siente que Carlos le controla a través de sus sueños e intenta resistirse. Entre amenazas, chantajes y una investigación policial y judicial que dominan la vida de Carlos, asistimos a su voluntad por recuperarse y a su vez, a los intentos de Álex por liberarse del control de Carlos y conservar el amor de Eva.
“Nos amará la noche” es una novela que engancha al lector con su ritmo narrativo de principio a fin, hasta el desenlace final en las vidas de Alex, Eva y Carlos. Se trata de la primera novela publicada de José Ignacio Domingo en la que el autor hace de la noche un símbolo de la vida y la muerte y utiliza los sueños como alegoría sobre cómo nos atrapa la realidad hasta cambiarnos de forma irreconocible. Hay también una crítica de fondo sobre la corrupción y la dificultad de los jóvenes para abrirse camino en la vida, pero en realidad la novela es una reflexión sobre nuestra voluntad de llegar a ser la persona que queremos ser y si podemos o queremos en realidad ser personas diferentes, cambiar nuestro destino.