Curiosa la vida, yo que nunca había oído una ópera —es más, que ni me había planteado oír ópera—, hoy día, mientras escribo, normalmente es lo que escucho, como ahora mismo. Un género tan ajeno a mí, cierto día, en eso que estás zapeando —saltar de un canal a otro en la tele antes de que llegaran a nuestras vidas eso de las plataformas—, tropecé con un programa que presentaba un señor muy motivado hablando de ópera. Sinceramente me quedé porque su entusiasmo resultaba contagioso, y lo seguí porque me abrió una nueva forma de apreciar lo que antes ni me había planteado prestar una mínima atención.
Así fue como conocí a Ramón Gener y su programa This is Opera, al que me enganché y con el que aprendí, pero sobre todo, con el que me divertí descubriendo un género desconocido para mí hasta entonces. Por ende, aquí me hallo hoy, reseñando su novela a la vez que oigo el aria Nesum Dorma de Turandot.
Tiempo después supe más cosas de la carrera profesional del Ramón. Antes que presentador fue barítono gracias a los estudios que comenzó a los seis años en el Conservatorio Superior de Música del Liceo; colaborador en distintos programas de radio y conductor de un programa en la misma línea de This is Opera, pero dentro del mundo del arte no son más que meros ejemplos de su amplia trayectoria.
Como autor ha publicado varios libros a través de los que analiza distintos aspectos de la música clásica, siendo Historia de un piano su primera novela.
En ella usa como hilo conductor la trayectoria del piano que da nombre al título. Narra la vida de los distintos propietarios que tuvo desde su construcción y como sus vidas se entrelazan: la primera, la mujer que lo compró en la fábrica Grotrian-Steinwick en 1915, residente en la ciudad alemana de Brunswick; madre de un prodigioso joven que encuentra en la música su razón de ser.
Este magnífico piano, por vicisitudes del destino, tendrá una sucesión de propietarios que dejarán marca en él, hasta llegar a manos de un pobre músico residente en Barcelona en la actualidad. El nuevo propietario, seducido por el enigmático instrumento, tratará de averiguar la historia del carismático instrumento.
Esta apasionante novela es una oda a la banalidad y sin sentido de las guerras. Con la Primera y la Segunda de telón de fondo, analiza como los culpables de causar estos conflictos se limitan a usar a jóvenes como carne de cañón, a través de los cuales nos muestra lo absurdo de la lucha contra nuestros semejantes; esa sin razón que provoca que se maten personas que en otras circunstancias podrían crear amistad y lazos más fuertes que los de sangre, resultando antinatural el odio procesado entre habitantes de distintas naciones por el mero hecho de nacer a un lado u otro lado de una ridícula frontera creada por esos mismo poderosos.
Como no podía ser de otra manera, por su formación y trayectoria, Ramón no solo adereza esta historia a través del piano, si no que va dejando migas en forma de conceptos relacionados con la música por toda la narración, aprovechando, con mucho ingenio, esos términos fusionados con la prosa del lenguaje. Como esta novela no solo está destinada a los melómanos ni a los entendidos, tiene la gentileza de incluir al final del libro un interesante glosario en el que se incluyen todos estos conceptos.
Pero su narrativa no solo está aderezada de palabras y expresiones musicales, también contiene numerosas alegorías de carácter religioso que ensalzan la pasión que los habitantes de estas páginas sienten por la música, creando esa experiencia mística que convierte el idioma de notas sobre el pentagrama en su propia religión, con la que asemeja el descubrimiento del cuarto arte con el mismísimo Génesis, y donde tienen lugar sus propios Mandamientos musicales. Todos estos recursos son usados por el autor como medio para transmitir su propia pasión por el mundo de la música.
Una novela rápida de leer gracias a la perfecta construcción e intersección de sus distintos tiempos narrativos, que emociona y nos conduce a la reflexión.