Uno de los grandes científicos del comportamiento sondea las profundidades de la ciencia y la filosofía de la toma de decisiones para presentar un argumento devastador contra el libre albedrío. En Compórtate, su ya clásico ensayo sobre por qué los seres humanos hacen el bien y el mal, apuntaba a una conclusión inquietante: puede que no comprendamos la combinación precisa de naturaleza y educación que crea la física y la química en la base del comportamiento humano, pero eso no significa que no exista. Ahora, en Decidido, Sapolsky lleva su argumento hasta el final, montando un brillante asalto frontal a la agradable fantasía de que existe un yo separado que dice a nuestra biología lo que tiene que hacer. El libro ofrece una síntesis maravillosa de lo que sabemos sobre el funcionamiento de la conciencia: el tupido tejido entre razón y emoción y entre estímulo y respuesta en el momento y a lo largo de la vida. Sapolsky nos muestra que la historia de la medicina es en gran parte la historia de aprender que cada vez menos cosas son «culpa» de alguien. Sin embargo, es muy difícil, a veces imposible, desligarnos de nuestro afán por juzgar a los demás y juzgarnos a nosotros mismos. Sapolsky aplica la nueva comprensión de la vida más allá del libre albedrío a algunas de las cuestiones más esenciales en torno al castigo, la moralidad y la convivencia.
«Pocas personas comprenden el cerebro humano como el neurocientífico Robert Sapolsky»
—San Francisco Chronicle
«Un convincente argumento que explica que el libre albedrío es solo una ilusión»
—Booklist
Robert Sapolsky
Nueva York (EE.UU.), 1957
Biografía
Sapolsky es un reconocido científico y escritor estadounidense, actualmente profesor de Ciencias Biológicas y Neurología en la Universidad de Stanford, con estancias en varios departamentos como ciencias de la vida, neurología y neurocirugía. También es investigador asociado en el Museo Nacional de Kenia. Ha recibido numerosos premios, como la beca MacArthur, el Premio Presidencial de Jóvenes Investigadores de la Fundación Nacional de Ciencias, y el premio al Investigador Joven del Año.
Como neuroendocrinólogo, centró su área de investigación en los problemas de estrés y la degeneración neuronal, así como en las posibilidades de las estrategias de terapia génica para la protección de las neuronas sensibles a la enfermedad. Actualmente está trabajando en las técnicas de transferencia genética para fortalecer las neuronas contra los efectos discapacitantes de los glucocorticoides. Sapolsky visita Kenia cada año para estudiar una población de monos salvajes con el fin de identificar las fuentes de estrés en su entorno, y la relación entre personalidad y patrones de enfermedades ligadas al estrés en estos animales. Más específicamente, Sapolsky estudió los niveles de cortisol entre el macho alfa, la hembra y los subordinados, para determinar los distintos niveles de estrés.