Gema Bonnín es una de esas escritoras todo terreno, y es que entre su bibliografía puedes encontrar fantasía, ciencia ficción, y en esta, su última novela, el género histórico.
Filóloga inglesa, valenciana de nacimiento y Mallorquina de adopción, compagina su faceta de novelista con la de traductora de libros de Star Wars y Marvel. Saltó a la fama cuando se clasificó como finalista en un concurso de redacción en 2009 organizado por Coca Cola, y en 2012 publicó su primera novela. Participó en un programa de investigación sobre el mito del rey Arturo en la universidad de Exeter; ha vivido en Qatar y viajado por medio mundo. Y sí, suena tan guay como lo es en realidad, lo más admirable es que ha hecho todo esto sin haber cumplido aún los treinta.
En Palabra de reina ha querido, no abandonar su zona de confort —ya que también recibió formación en literatura e Historia en las universidades de Exeter y Oxford—, pero si aparcar la fantasía y la ciencia ficción a las que pertenecen sus anteriores trabajos para adentrarse en la novela histórica, centrándose en la vida de Catalina de Aragón y en sus años desde que se convirtió en reina de los ingleses hasta sus últimos días.
«Reina de todas las reinas y modelo de majestad femenina», así la describió William Shakespeare en su obra Enrique VIII como la propia Gema nos señala al comienzo de esta novela. Mujer cabal e inteligente que enamoró a un prepuber Enrique, por aquel entonces cuñado de esta, y hermano de Arturo, con quien ella se casó antes, que falleció y por avatares de la vida cedió, no solo, su trono a su hermano menor, sino también a la que se convertiría en su esposa.
Hija menor de los Reyes Católicos, mujer de temperamento, que tal vez ha sido una figura obviada en España, pero que en Inglaterra provocó que el propio rey renunciara a la Iglesia católica imponiendo la actual teología anglicana, estando aún muy presente en el país anglosajón.
Gema nos hace llegar la historia de tan admirable reina en primera persona. A través de esta narración crea un vínculo íntimo con el lector, acentuando la empatía por el personaje al que acompañamos en todo momento, no solo limitándose a mostrarnos los hechos históricos, sino que compartimos las impresiones e inquietudes de su protagonista. esta no es tarea fácil, puesto que la autora ha de mantener en todo momento al lector dentro del contexto en el que se desarrolla la historia sin hacernos perder la perspectiva, ya que Catalina no es omnipresente ni puede leer la mente de los personajes que la rodean, todos reales, pero que a través de su buen juicio y con buenos recursos, Gema Bonnín sale muy bien parada de la experiencia creando una trama que nos atrapa.
Aparte de lo apasionante que resulta la historia de Catalina, fiel a sí misma hasta llegar a las últimas consecuencias, gracias a la brevedad de sus capítulos, que sumado a que cada uno de ellos sirve a modo de transición cronológica, Gema imprime agilidad a la lectura provocando una lectura adictiva.
No he tenido el placer de leer las anteriores novelas de esta autora, gran escritora a la que hay que tener en cuenta, pero tengo gran curiosidad de comprobar si se desenvuelve igual de bien por otros géneros, pero lo que sí puedo asegurar es que en el histórico se mueve como pez en el agua, donde ha conseguido imprimir un sello muy particular, tarea harto difícil en estos tiempos donde ya todo está inventado.
Novela para lectores y lectoras que gusten de la novela histórica, biográfica y que quieran saber más de una de las grandes mujeres que, por derecho, debió eclipsar a quien ha pasado a la historia por coleccionar esposas y autoproclamarse cabeza de su propia Iglesia.