“La adopción no es un favor, como se suele plantear” Entrevista con la escritora María García-Lliberós: 

Por: Eduardo Centeno. 

Hoy 9 de noviembre se celebra el Día Mundial de la Adopción. Para celebrarlo, entrevistamos a la autora de “Más allá de la tristeza” (Editorial Sargantana, 2023), una novela que trata de un niño peruano adoptado por una pareja española en tiempos del grupo terrorista Sendero Luminoso. Sin embargo, esta obra contiene otros Interesantes temas como el acoso escolar, las diferencias culturales y las relaciones de pareja.

Pregunta:  Tu novela está atravesada por varios temas. ¿Hay alguno que funcione como la columna vertebral de la historia? 

Respuesta: Sí. El tema fundamental es la construcción de una familia que recurre a la adopción, de un niño de otra raza en este caso, tras saber que ellos, los padres adoptivos, no pueden tener hijos debido a la infertilidad del marido.

P: También hay varias voces. Cada voz cuenta su perspectiva de la historia que ocurre. ¿Como autora te identificas con alguna de estas perspectivas? 

R: No necesariamente. La novela tiene poco que ver conmigo, no es una autoficción, es una ficción inspirada en la realidad, pero ficción. Conocí un matrimonio enamorado que, después de adoptar un niño, a los pocos años se divorció. Eso fue lo que puso a trabajar mi imaginación. ¿Era posible que ese niño causara su divorcio? Empecé a documentarme, a estudiar sobre el tema y pensé que había materia para una novela. Diseñé los personajes protagonistas, y a su vez narradores, los imaginé y les atribuí las características adecuadas para justificar sus conductas. Necesitaba comprenderles, hacerles verídicos y, desde este punto de vista me identifico con todas sus perspectivas. La novela es realista.

P:  La adopción, uno de los grandes temas de tu novela, ¿sigue siendo una posibilidad desconocida o mal entendida para la mayoría? 

R: Yo, cuando empecé a trabajar el tema tampoco la conocía. Tenía una idea lejana, la que transmiten los medios de comunicación, un tanto edulcorada, porque suelen ocultar las dificultades de integración en una sociedad en la que, por sus rasgos físicos, siempre van a ser los diferentes. Y no es fácil ni cómodo ser el diferente. Suelen plantearlo como un enorme favor, producto de la solidaridad, hacia el niño diferente, cuando a veces, es justo lo contrario, como ocurre en mi novela.  

P:  ¿Cómo fue el proceso de investigación que seguiste para escribir la historia? 

R: Leí mucho sobre el tema, documentarse es esencial para no cometer errores, hablé incluso con siquiatras y sicólogos infantiles, concreté los principales problemas y empecé a escribir echando mano de la fabulación.

P:  ¿Por qué escogiste la realidad del Perú de los tiempos de Sendero Luminoso para contar la vida del niño adoptado? 

R:  Una vez decidí que el niño sería un indígena latinoamericano de unos cinco años, estudié la realidad histórica y sociológica de países como México, Argentina, Perú, Chile,… en las últimas décadas del siglo XX. Tropecé con la historia del Perú y la presencia de Sendero Luminoso, la guerrilla maoísta que pretendió hacerse con el poder absoluto en Perú mediante el terror y la violencia. El nombre de Sendero Luminoso me sonaba de los telediarios de la época, pero entonces descubrí sus métodos y que llegaron a controlar una parte del territorio muy importante, hasta que el ejército intervino para ponerle fin. Me pareció interesante que mi pequeño protagonista, Diego, fuera un superviviente de una matanza que realizaron en su aldea en la Amazonía peruana, le daba un toque épico al personaje. Al tiempo que daba a conocer, a través de la novela, acontecimientos ciertos acaecidos entre 1989 y 1992. Desde este punto de vista, la novela es histórica porque lo que se cuenta, unos trazos para que el lector se sitúe, es cierto.

P: En “Más allá de la tristeza” también está presente el acoso escolar. ¿El diferente es el primer candidato para los acosadores? 

R: Suele serlo, porque se lo pone muy fácil al acosador. Este necesita una víctima para exhibir su poder sobre el resto de los compañeros, y qué fácil es escoger a ese que “no es como nosotros”. El efecto inmediato es el aislamiento, la soledad, porque, a pesar de la injusticia, ningún otro compañero le ayudará. Estos sentirán que mientras la víctima sea el diferente, ellos están a salvo del acosador. Es duro y cruel, pero esa es la realidad. Las consecuencias para la víctima son tremendas y dejan secuelas en su alma difíciles de borrar.

P: ¿Cuáles son los retos de una pareja que adopta? (Tomando en cuenta que tus personajes enfrentaron unos cuantos).

R: Las relaciones entre padres e hijos siempre son complicadas, pero cuando el niño adoptado tiene cinco años y es de otra raza, las dificultades se multiplican. Habrá un momento en que quiera saber sus orígenes, son cuestiones de identidad y de pertenencia a un territorio; querrá saber por qué su madre biológica lo abandonó, si tiene abuelos, hermanos o primos; querrá conocer su país de origen y su cultura. En el caso de “Más allá de la tristeza” se plantea, además, un problema de atracción sexual del hijo hacia su madre adoptiva, inducido por su acosador, que provocará un incidente importante y marcará su carácter.

Pero, a pesar de todo, el balance final suele ser positivo. La familia de adopción, con recursos económicos, sabe darle una educación, cariño, una profesión que, sin duda, no habría conseguido de seguir en el orfanato, aunque el proceso puede ser doloroso en algunos períodos.