Lumen publica la primera adaptación gráfica de El nombre de la rosa, de Umberto Eco, por el maestro indiscutible del cómic Milo Manara
La publicación de este libro es por sí misma una noticia: la primera adaptación gráfica de El nombre de la rosa –el «thriller histórico más influyente de la historia de la literatura» (La Vanguardia), que consagró a su autor, Umberto Eco-, por un mito del cómic, Milo Manara. La obra llegó a las librerías españolas ayer, 25 de mayo, editada por Lumen.
Umberto Eco es el autor icónico de Lumen. Fue gracias a él, como escribió Esther Tusquets en sus memorias, que la aventura de Lumen fue posible, y específicamente gracias a El nombre de la rosa, un libro con el que Eco rompió todos los moldes haciendo una doble carambola: la de llevar la erudición al thriller y llevar el thriller a la novela histórica. El libro fue un best seller impresionante cuando salió en 1980, ha sido traducido a 50 idiomas, con más de 60 millones de ejemplares vendidos en todo el mundo, y recibió dos de los premios literarios más importantes de Francia y de Italia (el Prix Medicis y el Premio Strega).
Como es bien sabido, Eco era un gran admirador del género del cómic y también de Milo Manara, por lo que los hijos y la editora de Eco, Elisabetta Sgarbi, decidieron encargarle a él su adaptación a la novela gráfica.
La historia narrada por un anciano Adso de Melk de su llegada en 1327, siendo novicio, a una abadía de monjes benedictinos acompañando al fraile franciscano Guillermo de Baskerville y la investigación de las enigmáticas muertes que ahí se sucedieron, junto al descubrimiento del joven Adso de los secretos de un mundo oscuro y lleno de sensualidad ha sido magistralmente adaptada por uno de los grandes genios indiscutibles de este género. Para el personaje de Guillermo, interpretado en la inolvidable adaptación cinematográfica de Jean-Jacques Annaud por Sean Connery, Manara se ha inspirado en Marlon Brando.
Heredero de la escuela de Hugo Pratt, Milo Manara es mundialmente conocido por cómics como Las aventuras de Giuseppe Bergman, El clic, El gaucho, Verano indioo la biografía de Caravaggio, cómics que datan desde los años 70 hasta 2019. Con ocasión del Premio Maestro del Cómic del Festival de Lucca en 2022, el autor donó su autorretrato para formar parte de la colección de la Galleria degli Uffizi de Florencia.
Este primer volumen acaba de publicarse en Italia y ya es número 1 en ventas. El segundo y último volumen se espera para 2024.
«Cuando un maestro del dibujo se encuentra con un maestro de la palabra solo hay un resultado posible: sublime».
Luca Valtorta, Robinson (La Repubblica)
Extracto de Confesiones de una editora poco mentirosa, de Esther Tusquets:
En una de aquellas cenas itálico-españolas (o milano-barcelonesas) de Frankfurt, Barral (ya he dicho que podía mostrarse generoso) le sugirió a Umberto que nos diera algo a los de Lumen, que estábamos empezando, tal vez una serie de sus artículos dispersos con los que podría montarse un libro. Se acordó esto, incluso llegó a firmarse el contrato, pero, ya en Barcelona, me telefoneó Ivonne y me propuso que, dado que ellos tenían el programa del año muy lleno, editara yo, en lugar de la selección de artículos, el título que tenía contratado Seix Barral. Acepté encantada, pero sin confiar mucho en las ventas —tampoco Carlos debía de verlo como el futuro best seller que iba a ser—, pues incluso creímos conveniente, en las dos o tres primeras ediciones (se harían muchísimas), titularlo Apocalípticos e integrados ante la cultura de masas, en lugar de simplemente Apocalípticos e integrados —que era el título de la edición italiana—, en un intento de que llegara a un público más amplio. […] En el curso de los años siguientes fuimos publicando con éxito todos los libros de ensayo de Umberto Eco. A él le traté bastante, y nos caíamos bien. […] Así estaban las cosas cuando, el año 1980, se supo que Eco había escrito una novela y que en Italia la editaba a bombo y platillos Bompiani. Hubo ofertas de otros editores españoles, pero no se abrió una subasta. Umberto dictaminó que su editor español era Lumen y que la editaba Lumen. Muchas veces me han dicho: «Claro, tú eras muy amiga de Eco, fue una muestra de amistad». No, no se trata de esto. Le respeto enormemente, le debo mucho y me hubiera encantado que llegáramos a ser de veras grandísimos amigos, pero no ha sido el caso, no ha habido suficientes ocasiones de trato, suficientes puntos de coincidencia.
Nos dio El nombre de la rosa , así se llamaba —a estas alturas lo sabe todo el mundo— la novela, porque le pareció que era, no ya justo, sino normal. Diría que ni se planteó que pudiera hacerse otra cosa. Y me parece fantástico que fuera así. El libro alcanzó un éxito sin precedentes. Estaba en todas partes. Se exhibía en el escaparate de la papelería del último pueblo de España. Se comentaba en la prensa, en la radio, en televisión. […] Pero el primer indicio de que el libro tenía un gancho especial, de que iba a llegar — pese a contener largas disquisiciones filosóficas e históricas y páginas enteras en latín — a un público muy amplio y variopinto, lo tuve cuando mi padre, que no era un gran lector, al terminar de corregir las pruebas — papá, como pequeño editor genuino, hacía un poco de todo, aparte de llevar la parte comercial — de la primera parte del libro, que yo le había pasado, me pidió con urgencia la segunda: era algo que no había ocurrido nunca y que demostraba que había quedado atrapado por la historia y por el modo de contarla. Era el éxito con mayúscula. Repentino y mundial. Y no he conocido a nadie a quien un éxito de esa magnitud hiciera perder tan poco la cabeza como la perdió Umberto. Siguió dando sus clases en la Universidad de Bolonia y en Estados Unidos. Igual que siempre. […]
Viví de muy cerca algo increíble: se le ofreció a Eco uno de los premios más importantes, más prestigiosos, que se conceden en el mundo de habla hispana, y respondió que lo sentía mucho, pero que, si lo daban en tal fecha y había que asistir personalmente a la entrega, debía renunciar a él, porque tenía una clase o una conferencia o un seminario (no lo recuerdo bien, en cualquier caso un compromiso académico habitual) aquel mismo día.
Quino y Eco fueron fieles —a Lumen, no a mí— hasta el final. Gracias a ellos […] fue posible durante más de veinte años esta magnífica aventura de Lumen.
La crítica ha dicho:
«Una extraordinaria y fastuosa adaptación gráfica de la famosa novela. Como la de Eco, la Edad Media de Manara no es el reino de las tinieblas, sino una época por descubrir, dotada de una asombrosa y visionaria imaginación en la que el lector puede felizmente perderse».
Alberto Ballerino, Il Piccolo
«Una obra cumbre de la narrativa gráfica: un trabajo de estilo y estilística meticuloso, esmerado y amoroso que se va a publicar en todo el mundo y está llamado a convertirse en un clásico del Noveno Arte».
Francesco Verni, Corriere di Bologna
«Si Manara es, por un lado, fiel a las palabras de Eco, por otro se distancia de ellas visualmente, dibujando una Edad Media luminosa que es cualquier cosa menos gris».
Giuliano Delli Paoli, Corriere del Mezzogiorno Campania
«La exploración e interpretación de una obra maestra de la literatura, a través de una búsqueda gráfica y cromática que la engrandece».
Alessandro Di Nocera, La Repubblica Napoli
«Colores suaves pero poderosos, imágenes fascinantes: el célebre dibujante ilustra una obra maestra de la literatura».
Francesco Specchia, Libero
«Milo Manara pone la sensualidad de la obra en el foco. El Medievo de Eco revive en los dibujos de Manara, un mundo donde se funden la fidelidad y la fantasía».
Gianni Maritat,TG1
«Manara es un dibujante de cómics de una habilidad poco común, un maestro del trazo y la composición, cuyas habilidades narrativas merecen ser mencionadas al mismo nivel que las de Kirby, Crumb, Toth o Mœbius».
ComicsAlliance.com
Los autores:
© Lea Crespi / LUZphoto