20 clásicos que no soltarás ni para hacerte un té

Emma de Jane Austen

Obra maestra de la narrativa del siglo XIX y una de las grandes novelas de Jane Austen, Emma cuenta la historia de una inteligente y laboriosa joven empeñada en hacer de celestina de todas sus amistades. Cuando su institutriz, amiga y confidente decide contraer matrimonio, Emma Woodhouse se queda sola con sus propios sentimientos y se enfrenta al vacío de su vida y a la penosa tarea de intentar que los demás lleven una vida tan perfecta como la suya. Todos sus trabajos de manipulación sentimental crean a su alrededor una telaraña de enredos, malentendidos y confusiones que ponen a prueba su propia confianza en sí misma. Emma es una obra imperecedera y su protagonista ocupa uno de los lugares de honor en la galería de inolvidables heroínas de la literatura universal.

Grandes Esperanzas de Dickens Charles

Pip, un niño huérfano y medroso, tiene un terrorífico encuentro con un preso evadido al que se ve obligado a procurar víveres y una lima. Poco después, es llamado a la tenebrosa mansión de una rica y recluida dama como compañero de juegos de una niña seca, hermosa y altiva; allí, el huérfano aprende, por primera vez, que sus manos son bastas y sus botas demasiado gruesas. Poco después, entra en posesión de una misteriosa fortuna que pone en sus manos un benefactor secreto que desea hacer de él un caballero. Grandes esperanzas (1860-61), penúltima novela de Dickens y sin duda una de sus obras maestras, no es sólo una historia de grandes sueños y dramáticas contrariedades, sino esencialmente, como dijo Chesterton, de grandes vacilaciones, las del joven héroe «entre la vida humilde, a la que debe todo, y la vida lujosa, de la que espera algo». La vergüenza y la culpa, el amor y la vanidad, el crimen y la cárcel son los leit-motivs de la crónica de una identidad que se pierde y que se gana a través de una sorprendente peripecia que es como una anécdota del destino, irónica y grave a la vez.

La dama de blanco de Wilkie Collins

Walter Hartright se traslada a Limmeridge para dar clases de dibujo a Laura, sobrina y heredera del barón Frederick Fairlie. Sin que ninguno de los dos pueda evitarlo, surge entre ellos un profundo amor, enturbiado por el compromiso de la muchacha con sir Percival Glyde, que solo busca arrebatarle su fortuna. La aparición de una misteriosa mujer, sin embargo, cambiará de forma inevitable el curso de los acontecimientos. La dama de blanco, inspirada en un hecho real y publicada originalmente por entregas en una revista dirigida por Charles Dickens, ha sido un éxito ininterrumpido de ventas en todas las lenguas en que se ha publicado. Ello se debe a una trama sumamente bien llevada, a la atmósfera de misterio e intriga, al trepidante ritmo narrativo y, sobre todo, a la profundidad psicológica de los personajes y la fabulosa descripción de los ambientes y las situaciones.

La llamada de lo salvaje de Jack London

En la segunda mitad del siglo XIX Alaska fue el objetivo de muchas expediciones que buscaron fortuna con la explotación del oro. El Ártico es también el destino que le ha sido reservado a Buck, un formidable perro mestizo, hijo de un San Bernardo y de una pastora escocesa, que disfruta de una existencia apacible y civilizada hasta que es vendido para tirar de un trineo en los páramos helados de Alaska y Canadá. De poco servirá lo que ha aprendido hasta el momento. En este nuevo entorno hostil, rápidamente advierte que la única ley válida es la del «garrote y el colmillo», tan cruel como implacable. Buck se verá obligado a luchar por la propia supervivencia y conocerá la ferocidad de la naturaleza, que despertará en él atávicos instintos que habían permanecido dormidos mucho tiempo.

Drácula de Bram Stoker

Considerada por Oscar Wilde como la mejor novela de literatura fantástica de todos los tiempos, Drácula, la obra maestra de Bram Stoker, ha sido llevada al cine constantemente desde 1922, pero jamás ha tenido fortuna con los ilustradores. No hay un dibujante canónico de Drácula, no hay una edición ilustrada clásica de este gran libro. El ilustrador Fernando Vicente ha asumido el reto de hacer una versión ilustrada realmente ambiciosa de la novela que renovó el mito del vampiro. Basándose en la prestigiosa traducción de Juan Antonio Molina Foix, ofrece un detallado repaso a la acción y los personajes del clásico de Stoker, sin olvidar los inquietantes paisajes ni el áurea terrorífico que rodea la obra.

La invención de Morel de Adolfo Bioy Casares

“La invención de Morel” narra una extraña historia de amor protagonizada por un hombre y una mujer que viven existencias incompatibles en espacios y tiempos rivales. En ella, el talento de Adolfo Bioy Casares despliega una odisea de prodigios que, si en un primer momento no parecen admitir otra clave que la alucinación o el símbolo, son luego descifrados plenamente mediante un solo postulado fantástico, pero no sobrenatural. A propósito de esta obra Jorge Luis Borges escribió en su día: «He discutido con su autor los pormenores de su trama, la he releído; no me parece una imprecisión o una hipérbole calificarla de perfecta».

La muerte de Artemio Cruz de Carlos Fuentes

En su lecho de muerte, durante su último medio día en el mundo, el anciano y enfermo Artemio Cruz recuerda: no siempre fue ese triste saco de huesos y fermentos corporales; alguna vez fue joven, osado, vigoroso. Y tuvo ideales, sueños, fe. Para defender todo eso, incluso combatió en una revolución. Mas la rapiña, la codicia y la corrupción extinguieron su fuego y aniquilaron su esperanza. Tal vez por ello perdió a la única mujer que de verdad lo amó.

En el 60.º aniversario de su publicación, Alfaguara recupera esta obra maestra del boom latinoamericano. Una novela que aborda temas fundamentales como las tentaciones del poder, el amor y el mal, y que es también una reflexión sobre el México surgido de la Revolución.

La suerte de Jim de Amis, Kingsley

La suerte de Jim es un clásico de la literatura inglesa y de la narrativa satírica de todos los tiempos que, sorprendentemente, nunca se había traducido al castellano. Esta novela irónica y mordaz, escrita por el padre del también novelista Martin Amis y publicada por vez primera en 1954, relata las andanzas de Jim Dixon, un anodino profesor de historia medieval de una provinciana universidad inglesa que se desenvuelve con torpeza entre sus colegas al intentar mantener su flamante puesto de profesor de segunda y complacer a sus superiores.

Éste es uno de los clásicos más divertidos de la historia de la literatura, una novela que se convirtió en un mito popular de la literatura anglosajona de posguerra y que no ha perdido un ápice de su encanto.


El guardián entre el centeno, de J. D. Salinger (Alianza Editorial)

Un clásico de referencia para los jóvenes de todo el mundo, libro de culto y célebre, además, por estar tristemente relacionado con el asesinato de John Lennon (esta novela se encontraba entre las lecturas favoritas de su asesino). ‘El guardián entre el centeno’ cuenta la historia de Holden Caulfield, un adolescente que vive en la Nueva York después de la guerra y que se enfrenta al despertar sexual y el fracaso escolar en el marco de una familia tradicional. Todo narrado desde el tono de voz de un adolescente.

La abadía de Northanger, de Jane Austen (Penguin Clásicos)

Uno de los libros  más divertidos de Jane Austen, publicado originalmente en 1818, y que narra la historia de Catherine Morland, una chica de desbordante imaginación que, quizá, pasa demasiado tiempo leyendo novela gótica. Es invitada a pasar una temporada en la casa de campo de la familia Tinley, con la cual comienza a fantasear, imaginando que esconden oscuros secretos. Pronto se dará cuenta, sin embargo, de que la vida es mucho menos inquietante que la ficción -aunque interesante por otras razones.

El señor de las moscas, de William Goldwin (Alianza Editorial)

Una novela que es como una cebolla, pues su lectura admite capas y más capas de interpretación. ‘El señor de las moscas’ cuenta la historia de un puñado de niños que se quedan sitiados en una isla desierta, teniendo que lidiar con sus instintos más primarios  que chocan, indisolublemente, con la necesidad de construir una sociedad en la que puedan vivir. Un estudio feroz sobre la condición humana que cuestiona, entre otras cosas, la educación represiva de ciertos sectores, que pueden dar lugar, cual olla a presión, a actos de barbarie como los que vivimos muy habitualmente en nuestros días.

El jugador, de Fiodor Dostoievski (Alianza Editorial)

Un eterno clásico de Dostoievski. Situada en la ciudad de Wiesbaden, ‘El jugador’ realiza un retrato descarnado, que no evita el tinte autobiográfico, de Aleksei Ivanovich, un adicto al juego que canaliza toda su rabia en una terrible adicción que condiciona su vida. Es un relato largo, que se lee en una hora o poco más, y que sirve para adentrarse en la atormentada obra del autor ruso.

Matadero 5, de Kurt Vonnegut (Anagrama)

La ciudad de Dresde, en Alemania, fue asolada por la aviación norteamericana durante la Segunda Guerra Mundial. ‘Matadero 5’ cuenta la historia de uno de los supervivientes de la matanza que es raptado y trasladado a un planeta llamado Trafalmadore. Una obra de ciencia ficción con tintes cómicos que salpica sus páginas con múltiples tramas paralelas y que elevó a Vonnegut como uno de los imprescindibles de las letras norteamericanas.

Crónica de una muerte anunciada, de Gabriel García Márquez (Debolsillo)

Tal y como dice el título de este clásico del eterno escritor sudamericano, ‘Crónica de una muerte anunciada’ cuenta la historia de un asesinato, contado de manera en el que chocan numerosos puntos de vista, además de tirar de informes, cartas, testimonios diversos… Una novela compleja, repleta de personajes pero que apenas supera las 150 páginas. Uno de esos libros que hay que leer antes de morir.

Viento del este, viento del oeste, de Pearl S. Buck (Debolsillo)

La hija de un rico patriarca chino, Kwei-Ian, se acaba de casar. Su marido la rechaza, influido por la cultura occidental y dándole la espalda a la tradición china. Para reconquistar a su marido, la joven deberá acoger en su seno nuevas costumbres, descubriendo así todo un mundo de enfrentamientos entre las culturas occidental y china. Un libro para todos los amantes de la cultura asiática y de todo lo que nos diferencia. Para viajar y entender otras latitudes sin movernos del sofá de casa.

El viejo y el mar, de Ernst Hemingway (Debolsillo)

Considerada una de las mejores obras del siglo XX, en ‘El viejo y el mar’ encontramos la historia de un pescador de 84 años que lleva ya casi 100 días sin pescar nada. Por fin, una mañana consigue dar con su primera pieza, un enorme marlin cuya captura le lleva nada menos que tres días de lucha, tiempo en el que rememora su vida a modo de flashbacks. Una obra inmortal que trata temas atemporales como la amistad, la soledad y la muerte.

La perla, de John Steinbeck (Edhasa)

Considerada una de las mejores novelas cortas de la historia de la literutura, John Steinbeck describe en ‘La Perla’ a un joven que descubre una perla de enorme valor y los problemas que le acarrea dicho hallazgo. En este mundo, Steinbeck deja clara la brecha tan enorme que hay entre ricos y pobres y como se relacionan los individuos de cualquier sociedad dependiendo del poder adquisitivo de cada uno. Todo ello deliciosamente escrito.

Un yanki en la corte del Rey Arturo, de Mark Twain (Cátedra)

Una sátira creada por el inmortal Mark Twain en la que  hay cabida para los viajes en el tiempo. El protagonista es un erudito del mundo de los caballeros de la Mesa Redonda. Una vez, mientras mediaba en una pelea, es golpeado y, sin explicación alguna, es trasladado a la Edad Media, hasta la Britania del siglo VI. Allí es condenado por hereje a morir en la hoguera pero, gracias a un eclipse de sol, se libra y es tratado por un excelente mago, ganándose el favor del Rey Arturo y la envidia del mago Merlín, en realidad un mero charlatán.