La naturaleza de la Tierra Media, de J.R.R. Tolkien. Editado por Carl F. Hostetter

Es una realidad que el material publicado sobre los libros de Tolkien es más amplio que la obra de éste en sí. Hay numerosos expertos que han empleado parte de su vida en estudiar el legado del famoso lingüista inglés, cuyos tratados son respetados, algunos incluso tan venerados como la propia obra original. Uno de lo más reputados expertos es Carl F. Hostetter. Su amplio trabajo a lo largo de los años,sobre la Tierra Media, lo ha convertido en alguien que conoce su creación casi tanto como el propio artífice de este vasto y fascinante universo. Su labor como científico de la NASA ha quedado eclipsada por sus estudios sobre la lingüística de la Tierra Media, afición que le ha llevado a ser uno de los expertos más relevantes dentro de la materia.

En «La Naturaleza de la Tierra Media» no se ha limitado al campo del estudio de las lenguas. Este libro nace a raíz de la recepción, hace veinticinco años, de un paquete remitido por Christopher Tolkien, el cual contenía innumerables fotocopias de ensayos y notas salidos del mismísimo puño de J.R.R. Tolkien. Este libro se ha creado a través de esas notas, haciendo que se materializara todo aquello que habitaba en su imaginación, convirtiéndolo en algo casi real, donde analizaba cada aspecto de ese vasto universo de manera casi científica. Se trata de un resumen claro y conciso de estos escritos y estudios. Es tal el nivel de exactitud que parece un inventario de todos los apuntes que realizó el autor. Llega a señalar si tal o cual apunte fue realizado a máquina o manuscrito. Incluso indica el volumen que ocupan dichas notas. Claro ejemplo lo encontramos cuando nos cuenta que en el capitulo «La marcha de los Quendi» el texto original fue escrito […] con pluma estilográfica, ocupando un total de doce caras de siete hojas de papel no alineado[…]. Como el propio editor dice, es como si el lector se encontrara observando a Tolkien y pudiera leer su trabajo por encima de su hombro. Es por lo que resulta un libro tan íntimo y estimulante.

Hay que advertir que «La naturaleza de la Tierra Media» no es para todo tipo de público. Está destinado para aquellos que son muy fans del universo Tolkien. Me atrevería a decir que ni tan siquiera es para aquellos a los que aun siendo admiradores de «El Señor de los Anillos», ya «El Silmarillion» les resultó pesado. Se trata de un ensayo arduo y serio que repasa las notas de los distintos aspectos de esa Naturaleza en su fase de creación.

Está dividido en tres partes: La primera, titulada «Tiempo y envejecimiento», que consta de 23 capítulos; la segunda, «Cuerpo, mente y espíritu», de 17 capítulos y la tercera, «El mundo, sus tierras y sus habitantes», con 22 capítulos.

Todo ello abarca desde la creación de la Tierra Media, así como la de los distintos seres que la habitan; de cómo percibe el tiempo cada especie, comparando años élficos con los mortales. Como ejemplo podemos ver como la edad de crecimiento de un elfo es una equivalencia de 12:1 respecto a años mortales. En las escalas de tiempo y ratio de crecimiento encontramos casos que nos resultarán de lo más entretenido. Algunos de ellos son en los que aparece, matemáticamente demostrado, la diferencia de edad de Arwen cuando conoció a Aragorn, o entre Galandriel y Elrond. Este y más ejemplos los encontraremos en una serie de notas de manera esquemática. También repasa las distintas versiones que realizó Tolkien; qué descartaba o complementaba hasta darla por finalizada. Nos muestra la creación de seres, idiomas, paisajes, fauna, flora, geografía, demografía, etc. Así como innumerables tablas en las que se reflejan diferentes registros con números de generaciones, parejas, hijos por pareja, fechas de primeros nacimientos… Un trabajo de recopilación de datos y estadísticas impresionante. Cierra el libro su apéndice en el que encontramos una serie de aspectos donde se muestran los temas metafísicos y teológicos, que hace alusión al título de este, a través de los que argumenta la base religiosa en la que fundamentó Tolkien su obra.

Admirable este trabajo titánico ya no solo de Tolkien por su inventiva, que después de esta obra admiraremos más su talento, también hay que destacar el arduo trabajo de clasificación y ordenación de semejante material por parte del editor Carl F. Hostetter, para que nos llegue a los lectores de forma clara y concisa. Y es que si te consideras un verdadero fan de la obra de J.R.R., debes tener este libro, porque pasarás de aficionado a experto.