Amaia Arrazola es una joven ilustradora nacida en Vitoria y curtida en el sector publicitario. Este no es el primer libro que publica, y una vez conocido su trabajo, espero que no sea tampoco el último. Yo he de confesar que no conocía su obra, y lo que me atrajo de este libro fue que en su portada aparecía «Totoro», y como tengo esta filia, espero no insana, por todo lo relacionado con Studio Ghibli, era inevitable que me hiciera con este homenaje que realiza esta dibujante que comparte conmigo esa filia.
No hay mejor resumen de esta obra que la que aparece en su subtitulo: Todo lo que descubrí sobre las pelis de Hayao Miyazaki. Y es que de esto se compone este libro. Una oda que Amaia ha querido brindar a esas películas que presumo, marcaron su vida. Y es que una vez visto el estilo de la autora, no se me ocurre a nadie mejor para realizar este homenaje. Un estilo que a primera vista resulta un tanto naíf, pero que lo forma un trazo experto y estudiado ideal para representar al mismo cine de Miyazaki, donde la animación es el vehículo para contar historias profundas que van más allá del mensaje.
Con una simpática introducción manuscrita, como el resto del libro, la autora se muestra humilde y consciente de su responsabilidad con sus lectores. Dándonos unas breves instrucciones con las que, según ella, disfrutaremos más de esta divertida obra. Siguiendo con unas esquemáticas biografías de Miyazaki y del productor Takahata. También lo acompañan breves datos biográficos del resto de personas que hacen posible la existencia de tan emblemático estudio.
A continuación nos detalla las características más destacadas de sus películas y los aspectos más significativos. Lo que viene siendo la marca de identidad de su cine. Y comenzamos con el análisis tan personalizado que realiza la ilustradora de las once películas más destacables del famoso estudio. Individualmente y de forma divertida nos narra la sinopsis de la cinta correspondiente, describe a sus personajes, conclusiones, anécdotas curiosas relacionadas con la película en cuestión, así como toda su producción, música, y repercusiones que sufrieron tanto dentro como fuera del ámbito en el que se desarrollaron.
De forma más personal, realiza pequeños incisos donde nos aclara conceptos y orígenes de hechos narrados en la película, ya sean de cultura o folclore japonés, para hacernos más comprensible la obra y el mensaje que pretende transmitir Miyazaki. Como confiesa la propia autora, todo esto nos llega de forma muy amena y repleta de sentido del humor porque se lo tomó como una conversación que tuviera con un amigo al que le cuenta las impresiones, sentimientos y significado que le han aportado el film en sí. No se trata de una observación técnica o frívola, se trata de un análisis visceral, con el que demuestra la pasión que siente por estas películas. No por ello se deja influenciar y demuestra espíritu crítico en lo referente a lo que no entiende o porqué usa tal recurso Miyazaki sin sentido. Reflexiones que nos contagiará porque no nos quedará más remedio que darle la razón en estos aspectos, pero como ella misma dice, es Miyazaki y a este genio se le perdona todo.
Libro tierno y divertido para revisar una y mil veces, porque resulta entrañable tanto por contenido como por continente, presentando de forma muy original, ya no solo por las fantásticas ilustraciones, sino por su grafía manuscrita que aporta frescura al texto, funcionando en conjunto y dando como resultado un libro tan bonito como interesante. Eso sí, como Amaia misma nos avisa, está repleto de spoilers, lo que lo convierte casi en un libro interactivo, enriqueciendo la experiencia a la hora de disfrutar de estas películas con el libro en la mano, donde podemos ir hojeándolo a medida que avanza la cinta, o leer el análisis de la obra que acabamos de visualizar.