La pensadora francesa Simone Weil, miliciana en la Columna Durruti

«A veces ocurren milagros. Entre la pila de libros que se amontonan a los pies de la cama, uno de ellos te espera desde hace meses. La pila se desmorona, abres el libro y ya no puedes dejarlo. Goce absoluto. La literatura es como el amor: te procura muchas satisfacciones. El libro se titula La columna. … Cada una de sus páginas te lanza a la aventura, como cuando de adolescentes leíamos las novelas de Stevenson, echados boca abajo durante las tardes de verano.» Yannick Haenel, Charlie Hebdo

«La carta de Weil a Bernaros, cercano a los falangistas, arroja mucha luz. Como la arrojan también todas sus frases que el autor cita en este libro breve, denso y apasionante. Unas frases llenas de sombría actualidad.» La Voix du Nord

«Un excelente libro.» Javier Cercas

En agosto de 1936, a comienzos de la Guerra Civil, la pensadora Simone Weil, que aún no ha cumplido treinta años, se dirige al frente de Aragón para unirse a la Columna Durruti de las Brigadas Internacionales. Allí, sufre un accidente y acaba regresando a Francia. De los cuarenta y cinco días que pasó en España poco se conserva: un pasaporte, notas para un Diario, cartas y fotografías de ella con uniforme… Para Simone, actuar, escribir y pensar eran una única y misma cosa. Y en todo la guiaban la pasión y el deseo de justicia. En medio del caos de una guerra, Adrien Bosc nos cuenta una vida intensísima y trágica en la que hizo mella sus vivencias en España. A lo largo de la obra no solo seguimos los pasos de Simone Weil, sino también los de otros milicianos, asistimos a alguna polémica, y nos acercamos a la visión (aparentemente opuesta) del escritor Georges Bernanos sobre la Guerra Civil, que se hallaba en Mallorca. Pese a las diferencias ideológicas entre ambos, una carta de Weil a Bernanos desvela hasta qué punto ser testigos de la violencia supuso para ambos un cambio.