El gran experimento: Por qué fallan las democracias diversas y cómo hacer que funcionen

Algunas democracias son muy homogéneas, otras han mantenido durante mucho tiempo una jerarquía racial o religiosa muy marcada; a lo largo de la historia ninguna democracia ha conseguido jamás ser a la vez diversa e igualitaria. Sin embargo, lograr ese objetivo es ahora el foco del proyecto democrático en países de todo el mundo.

Aunque no es de extrañar que la mayoría de la gente se muestre profundamente pesimista, el pasado puede ofrecernos perspectivas cruciales para descubrir cómo podemos hacerlo mejor. Basándose en la historia, la psicología social y la política comparada, Mounk examina cómo las diversas sociedades han sufrido durante mucho tiempo los males de la dominación, la fragmentación o la anarquía estructurada. Pero El gran experimento no solo ofrece una profunda comprensión de un problema urgente, sino también una auténtica esperanza en nuestra capacidad para solucionarlo.

Como sostiene Mounk, renunciar a la idea de construir democracias diversas, justas y prósperas no es una opción, por eso debemos esforzarnos por hacer realidad nuestra visión más ambiciosa para el futuro de nuestras sociedades.

«En muchos de los crímenes más atroces de la humanidad, la raza o la religión, han tenido un papel decisivo. Desde las deportaciones en masa llevadas a cabo por el Imperio asirio en el siglo IX a. C. hasta el genocidio ruandés, pasando por la expulsión de los musulmanes de la España medieval o por el Holocausto, la presunta iniquidad o inferioridad de un grupo ha servido de reiterado pretexto para la práctica de la violencia y los asesinatos masivos».
p. 13

«La esclavitud en Estados Unidos fue un fenómeno particularmente brutal incluso para los crueles baremos de la historia humana. […] Muchas sociedades diversas (seguramente, la mayoría) han abordado el hecho mismo de su diversidad de un modo muy simple: han dejado que un grupo domine a los otros. En entornos tan variopintos como las monarquías surasiáticas de la Edad Moderna o las democracias de la Europa del siglo XX, la diversidad ha ido a menudo de la mano de algún tipo de sistema de dominación».
p. 63

«Por fortuna, los Estados totalitarios son hoy una rareza. En el siglo XXI, la mayoría de los dictadores han aprendido que no necesitan politizar hasta el último aspecto de las vidas de sus súbditos. A diferencia de los norcoreanos, los ciudadanos de las “dictaduras normales y corrientes” que hoy imperan en Rusia, Nicaragua, Turquía o Zimbabue, pueden mantenerse al margen de la política prácticamente por completo. Si siguen con sus vidas sin quejarse del régimen —ni investigar la corrupción ni ayudar a la oposición—, pueden hacer más o menos lo que quieran»
.p. 108

«Joe Biden debe su victoria al hecho de que tuvo mucho más éxito entre el electorado blanco que Hillary Clinton. Y Donald Trump fue un buen competidor porque realizó avances en prácticamente todos los demás grupos demográficos. Cuando se presentó por primera vez a las elecciones, Trump era terriblemente impopular tanto entre los musulmanes estadounidenses como entre los afroamericanos. Sin embargo, en los cuatro años siguientes incrementó el porcentaje de votos recibidos de ambos colectivos en casi una cuarta parte.
El giro latino a favor de Trump fue más llamativo aún. Los medios habían dado mucha importancia a cómo a muchos inmigrantes de Cuba o Venezuela, con sus malas experiencias de vida bajo mandatarios de izquierdas, les repelía la aceptación retórica del socialismo que demostraban algunos destacados demócratas. Y no cabe duda de que esto explica en parte por qué Trump se impuso holgadamente en el estado de Florida. Pero los latinos también bascularon hacia el Partido Republicano en partes del país pobladas por votantes que no tienen esos mismos motivos históricos para incomodarse ante las invocaciones al socialismo».
p. 229
 FRAGMENTO DE LA INTRODUCCIÓN 
«Instantes antes de salir por televisión en directo, me di cuenta de lo nervioso que estaba. El alemán es mi lengua materna.[…] Así que cuando me senté en el plató de Tagesthemen, uno de los espacios informativos televisivos más populares de Alemania, para una entrevista en directo, me invadió el miedo a hacer el ridículo bien por mostrarme incoherente, bien por decir algo que no fuese lo que realmente quería decir.

 […]No fue hasta la noche siguiente, cuando encendí el teléfono tras diez horas de vuelo de regreso a Estados Unidos, cuando me di cuenta de que la entrevista sí se había vuelto viral. Mi buzón de entrada estaba rebosante de correos indignados: “¡Deje de decirnos cómo tenemos que vivir!”, se leía en uno de ellos. “¡¿Cómo se atreve a experimentar con nosotros?”, se preguntaba alguien en otro.

[…]Bastó una rápida búsqueda por internet para obtener la respuesta. A los pocos minutos de mi entrevista, Tichys Einblick, un sitio web de ultraderecha, había publicado un artículo en el que se daba a entender que Angela Merkel y yo estábamos experimentando deliberadamente con el pueblo alemán.

[…]Finalmente, los rumores llegaron hasta The Daily Stormer, un sitio web neonazi estadounidense. Con mi nombre entre triple paréntesis para indicar mi condición de judío, el titular advertía a los lectores sobre el “Singular experimento histórico de (((Yascha Mounk)))”. Evocando la pérfida inscripción (Arbeit Macht Frei) que presidía la entrada al campo de exterminio de Auschwitz, el artículo fue marcado con la etiqueta siguiente: “La diversidad Macht Frei: Los hebreos vuelven a las andadas».pp. 9-11
 YASCHA MOUNK 
Yascha Mounk es columnista, escritor, profesor universitario y conferenciante público conocido por su trabajo sobre el auge del populismo y la crisis de la democracia liberal. Nacido en Alemania de padres polacos, Yascha Mounk se graduó en Historia en el Trinity College de la Universidad de Cambridge y se doctoró en Ciencias Políticas en la Universidad de Harvard. Actualmente es profesor de la materia en la Universidad Johns Hopkins. También es editor colaborador en The Atlantic, miembro del Consejo de Relaciones Exteriores y fundador de la revista Persuasion. Asimismo colabora con The New York TimesWall Street JournalDie Zeit y La Repubblica, entre otros. Autor de varios títulos, entre ellos destaca El pueblo contra la democracia, también publicado por Paidós.