De ninguna parte, de Julia Navarro

Hay escritores/as que son un valor seguro. Hay escritores/as que cuentan con sobrada experiencia, pero que en muy pocos/as esto es sinónimo de calidad. Hay escritores/as que con solo la noticia de una inminente nueva novela salida de su pluma revoluciona los medios. Autores/as bestsellers que sabes que sus novelas no son churros para lectores mediáticos, todo lo contrario, obras con alto índice de calidad tanto en contenido como en investigación previa. Julia Navarro es una de ellas.

Antes de dedicarse a la ficción ya contaba con amplia experiencia en esto de escribir libros. No en vano, esta reputada periodista, había publicado varios de temática política, por lo que tenía muchas tablas cuando se enfrentó a su primera novela, “La Hermandad de la Sábana Santa” (Plaza & Janés, 2004), convirtiéndola en una de las autoras más aclamadas no solo dentro de nuestras fronteras, habiéndose traducido su obra a más de quince idiomas.

Si ya en “Dispara, yo ya estoy muerto” (Plaza & Janés, 2013) nos ilustró sobre los inicios del Estado de Israel y el germen del conflicto judío musulmán, en “De ninguna parte” vivimos este enquistado enfrentamiento desde el punto de vista de sus dos protagonistas, cada uno perteneciente a uno y otro lado. Mientras que el joven adolescente Abir observa impotente como su familia es asesinada por un comando israelí que busca a un alto mando de un conocido grupo terrorista, Jacob se ve arrastrado por las circunstancias a vivir y servir a un país del que se creía ajeno. Sus destinos se verán ligados porque en realidad no son más que las caras opuestas de la misma moneda, y donde cada cual juega el papel que le ha tocado condicionado por el lugar donde el azar los hizo nacer.

Esta vez Julia se centra más en el presente, llevándonos al pasado reciente solo para presentarnos a los personajes y hacernos conocer sus inicios. Nos detalla la dualidad existente dentro de dos mundos con más similitudes que diferencias como son el judío y el musulmán, donde no todo es blanco y negro, como todo en la vida, está formado por matices de grises, demostrándonos una vez más que el mundo no está tan claro, y que las personas no se dividen en buenos y malos, sino que cada cual es él y sus circunstancias. Abre la mente, a quién esté dispuesto, y nos demuestra que la comunidad musulmana no está compuesta por fanáticos religiosos, y que los que lo son no tiene nada que ver con la religión que procesa, que son gente manipulada por unos pocos aprovechados que buscan otros intereses propios cubriéndolos con esa pátina religiosa. Nos muestra la futilidad e irracionalidad de la venganza, convirtiendo a las víctimas en verdugos a través de la manipulación.

Para cualquiera que haya leído a Julia Navarro, huelga señalar la calidad de su narración, donde su amena prosa nos va envolviendo e introduciéndonos en la historia sin apenas darnos cuenta. Con personajes creados con tanto mimo, dándonos unos perfiles tridimensionales sin dejar a ninguno de ellos en simple esbozo, es imposible no empatizar hasta con el más malvado de la función, y con quien, a lo mejor, no podemos estar de acuerdo a la hora de actuar, pero es imposible negarle la compresión de los hechos que le han llevado a dicha actuación.

Lo que más admiro de esta escritora es que el ritmo de la narración no decae en ningún momento, mantiene la tensión hasta la última página, y es que no hay ni un solo pasaje que resulte aburrido, ya que cada página no hace otra cosa que cumplir su cometido, que es hacer avanzar la historia, mantenerla viva. Esto tan obvio no lo consiguen todos los escritores, y ahí radica la magia de Julia al escribir, y demuestra inteligencia a la hora de otorgar la duración necesaria a cada una de sus novelas. Hay historias que requieren mil páginas para ser bien contadas, aquí sabe que con apenas cuatrocientas “De ninguna parte” queda bien contada y terminada, prescindiendo de capítulos que no aportarían nada a la trama, solo tedio. Sin desvelar nada, quiero señalar que aquí tampoco nos dejará sin un sorprendente giro final.

Novela que no defraudará a ningún fan de esta talentosa escritora, y perfecta para aquel que aún no la conozca y se le hagan cuesta arriba esas novelas de más de quinientas páginas. Comprobará, como ya sabemos quienes conocemos su obra, que aparte de entretenernos con una emocionante historia, Julia Navarro hace que nos replanteemos asuntos de los que creíamos saberlo todo y sobre todo nos hará pensar, eso que últimamente no está tan de moda.