Los ángeles te miran, Abraham Corvo, y el diablo te habla. Un asesino anda suelto por Barcelona. Y solo tú puedes detenerle. Dos jóvenes sin relación aparente son descubiertas muertas en lo que parece un asesinato ritual: en posición invertida, con la lengua arrancada y un tatuaje idéntico: unas pequeñas alas en la nuca. Marc Pastor vuelve a la novela negra con una obra urbana, electrizante y adictiva que rompe los cánones y nos presenta a un protagonista de lo que no se olvidan: el cabo Abraham Corvo. Mulato de ascendencia guineana, es perspicaz e intuitivo y reúne todas las cualidades que se atribuyen a un buen detective… y otra arma secreta: una pulsión oscura, una conciencia antigua capaz de mirar directamente a los ojos del mal.
«Bajo el realismo mágico y negro, se oculta un relato preciso y magistral del mundo del crimen… Advertencia; la historia se te engancha a la piel.»
Rebeca Carranco. El País
Marc Pastor (Barcelona, 1977) trabaja en la policía científica de los Mossos d’Esquadra y es uno de los grandes escritores de la narrativa catalana actual. Sus obras han sido traducidas a una docena de idiomas. Es autor de Montecristo, Bioko, El año de la plaga (adaptada al cine), La mala mujer (premio de novela negra Crims de Tinta), Farishta y L’horror de Réquiem.
Fotografía: Josep María Padrós
Entrevista a Marc Pastor |
Presentas en esta novela a Abraham Corvo, policía mulato de ascendencia guineana que trabaja en los Mossos d´Escuadra. ¿Cómo surge este personaje? Quería escribir una novela policial ambientada en la actualidad, y mi único protagonista policía, Moisés Corvo, había investigado su último caso en 1912 (La mala mujer), así que decidí recorrer el árbol genealógico de la família Corvo hasta llegar a Abraham. Mi intención también era que mi protagonista tuviera raíces africanas y en concreto ecuatoguineanas dado que Moisés había crecido como personaje en la isla de Fernando Poo (Bioko), y me permitía establecer conexiones argumentales y paralelismos, y al mismo tiempo introducía el concepto de magia negra basada en al tradición de Guinea Ecuatorial y de los espíritus Ewu. Abraham debía ser un investigador joven, moderno, vitalista (al contrario que Moisés, en cierta manera), pero con un lado oscuro y tenebroso anclado en una mitología no mediterránea. Y hablando de Mossos d´Escuadra, tú trabajas en la policía científica, dentro de este cuerpo. ¿Cómo te ha resultado plasmar en la novela un trabajo que te es tan familiar? ¡Me lo he pasado muy bien! Desde hacía mucho tiempo que me apetecía escribir algo sobre mi día a día, aunque siempre lo iba postergando. Fue después de una charla con Jo Nesbø cuando me di cuenta que era el momento y empecé a preparar la historia. Pero el detonante llegó con los atentados de Barcelona y Cambrils del 17A, unos días muy intensos tanto a nivel de país, como profesional, como en lo personal. Fue entonces cuando vi claro que tenía que escribir sobre la investigación policial. ¿Se aparta mucho la descripción que vemos del trabajo policial en la literatura y en el cine de la realidad que tú vives? Bastante. Y era uno de los objetivos. Estamos muy acostumbrados a ver en las películas o novelas al típico policía intuitivo que lo resuelve todo solo. Por razones evidentes de narrativa, es un pacto al que hemos llegado con la ficción. Pero mi intención ha sido romper ese pacto y centrarme en el equipo. La investigación policial es un trabajo en equipo, donde todos los participantes aportan su experiencia, conocimientos y talento, en pos de un objetivo común, que es la identificación y disposición ante la justicia del autor o autores de un delito. Por eso los policías orbitan alrededor de la investigación como electrones. Hay departamentos, unidades, grupos, jerarquías, colaboración (o no) entre diferentes cuerpos policiales, pero la resolución del caso es el objetivo común y final. Eso sin olvidar que sí seguiremos a un protagonista principal donde el lector pueda asirse… Un protagonista un tanto peculiar. Elementos de brujería, novela policiaca y novela fantástica. ¿Cómo te ha resultado mezclar todos estos ingredientes? ¡Es mi cóctel habitual! Me gusta hibridar géneros, romper barreras entre ellos, difuminar límites y mezclar conceptos. Si tengo que ponerme a escribir una novela negra, no puedo solo encerrarme dentro de los códigos del noir. Me gusta experimentar, introducir el fantástico. Sorprender al lector, al fin y al cabo. ¡No puedo negar que mezclar magia negra y novela policial ha sido muy placentero! ¿Volveremos a ver a Abraham Corvo? ¿Tienes nuevos planes para él? Sí, más adelante. Volverá con otra investigación, aunque no puedo avanzar nada sin hacer spoiler de Los ángeles me miran. Sin embargo, en la novela ya queda apuntado cuál será su rol más adelante y el cariz que tomarán sus investigaciones. |