Camila Läckberg es conocida por su saga de novelas policíacas denominada “los crímenes de Fjälbacka”. Esta saga, protagonizada por el policía Patrick Hedström y la escritora Erica Falck, lleva ya la friolera de diez novelas editadas y ha vendido más de 23 millones de ejemplares en más de 60 países. Teniendo incluso una adaptación en formato serie para televisión que consta de cinco episodios.
Läckberg ha realizado numerosas incursiones en la literatura fuera de la saga que más famosa la ha hecho. No solo dentro de la novela, esta autora se ha atrevido incluso con libros infantiles y hasta de cocina. Pero es dentro de otra saga de esta autora donde realizamos hoy la inmersión.
Con “Una jaula de oro” ya conocimos a Faye, la nueva heroína de sus historias. Bastante alejada de la íntegra Erica, Faye es una mujer que se ha hecho a sí misma, huyendo de una infancia violenta se ha tenido que reinventar para poder tener un futuro, llegando a veces a usar métodos no del todo ortodoxos, pero hay que pasar por lo que ella ha pasado para licitar esos actos donde la justicia no tiene nada que ver con la ley.
Ahora nos llega “Alas de plata” donde Faye sigue tirando de resiliencia y perseverancia para conservar lo que tanto sudor, sangre y lágrimas le costó conseguir, literalmente.
Es mejor no desvelar nada de la trama, puesto que esta segunda entrega no se puede tomar como una novela independiente ya que parte del final de “Una jaula de oro”, cuya lectura es recomendable que se haga antes de emprender la lectura de “Alas de plata”.
Aquí Läckberg demuestra una vez más su maestría a la hora de hilvanar pasado y presente en su trama, marca personal de su obra. Hechos del pasado que nos va marcando el camino a la hora de conocer a nuestra protagonista y para entender la toma de decisiones que realiza en el momento de enfrentarse a las situaciones y conflictos que se le van presentando durante la trama.
A los que conozcan a la autora solo por la famosa serie de Fjälbacka les sorprenderá la forma de narrar las tribulaciones de Faye, siendo aquí más rigurosa y descriptiva a la hora de narrar escenas de sexo de forma más explícita de lo que nos tiene acostumbrados. Que esto no nos lleve a engaño, Läckberg no se recrea en describir el sexo de forma frívola ni gratuita, todo ello sirve para reforzar el mensaje de esta nueva saga protagonizada por una mujer fuerte e independiente. Porque esta novela es un canto hacia la fuerza de la feminidad; a la independencia de la mujer; al ya basta de sometimiento y ser el sexo débil. Al igual que la protagonista, las mujeres que la secundan poseen una fuerte personalidad que bien por convicción o por revelación luchan ya sea por mantener o conseguir el status que merecen dentro de una sociedad que se lo pone tan difícil tanto en lo social como en lo laboral, donde se ven relegadas al papel de bonito atrezo del que presumen sus maridos. Se deduce la denuncia que realiza la escritora del machismo residual encubierto que persiste en Suecia.
El mensaje que desea trasladarnos la autora nos llega de forma clara y contundente sin abandonar en ningún momento el thiller psicológico, donde el poder se entrelaza con la intriga y que cuando nos hayamos dado cuenta nos habremos acabado el libro por su gran ritmo narrativo que no podremos dejar en ningún momento. Novela adictiva y entretenida que no defraudará a quien conozca ya a la autora, y perfecta para descubrirla a quién no lo haya hecho aún.