La tienda de la felicidad es en el momento actual el libro más agradable que podemos leer, un oasis de frescura, casi una terapia contra la fatiga pandemia, una novela que si la empiezas es imposible dejarla.
Rodrigo Muñoz Avia es la envidia de los escritores de estos últimos años al haber sido capaz de escribir la novela epistolar perfecta, para lo cual se ha basado exclusivamente en los emails que Carmelo, su protagonista recibe y contesta. Carmelo es un personaje muy pintoresco que tiene mucho del autor y de sus familiares y conocidos, con carácter, ironía y sentido del humor, pero que también se parece a todos nosotros en el momento actual, porque está semiconfinado (de manera voluntaria) y no tiene muchos ánimos para enfrentarse al mundo.
El autor parte de su experiencia con Carrefour Online y de su desesperación con las Gambas Delfín Ultracongeladas, las cuales nunca llegaban ni en cantidad ni en calidad. Empezó a enviarles entonces unos correos muy cínicos que seguro que a quien los leyera en Carrefour no le harían mucha gracia. Así comienza Carmelo reclamando varios ingredientes para cocinar su paella que el hipermercado no es capaz de enviarle. La relación epistolar con Mari Carmen de Carrefour Online es el germen de una serie de emails con su madre, su hermano, su sobrino, la presidenta de la Comunidad de propietarios e incluso, en su soledad, con el spam.
Un libro muy divertido que aporta ratos de diversión y de felicidad moderada. Aunque era un proyecto anterior, el confinamiento le permitió al autor el tiempo para acabarlo en forma.
“Antes queríamos tener todo en casa Netflix, Glovo, etc y ahora que nos obligan a quedarnos en casa queremos salir,” afirma el autor, y es en esa contradicción donde brilla esta novela.
Todos nos parecemos a Carmelo, nos vamos a reconocer mucho en él. Rodrigo Muñoz Avia nos trae el humor cercano, porque es el más genuino y el más identificable. “Siempre me sale escribir de lo que tengo cerca, la realidad que nos rodea, por eso he hecho esta novela de correos electrónicos de personas reales, situaciones reales y problemas reales. Me planteo escribir una buena historia con buenos personajes con ironía y humor que me permite acercarme de otra manera, con una mirada menos convencional.”
El humor es el leit motiv de esta historia “al reírte de algo lo desmontas y das un punto de vista diferente. Aunque en este país somos tan graciosos que con tanta acumulación no avanzamos ni hacemos cosas, pero nos vienen bien unos ratos de diversión con Carmelo”.
El autor ha tenido que dotar a los personajes de distintas voces puesto que solo los distinguimos por los emails. Correos con grandes elipsis porque no sabemos lo que ha pasado entre unos y otros y es el lector, el que por las respuestas, debe deducir lo qué ha sucedido.
Lo dicho, una novela fresca, divertida y optimista que nos deparará muchas horas de diversión al límite de la ironía y el humor.