Esta intensa y rica novela, uno de los grandes éxitos de la literatura noruega, llega en una edición conjunta de Nórdica y Capitán Swing treinta años después de su publicación original. Nos cuenta la historia de Mino, un muchacho nacido en un lugar remoto e indeterminado de la selva tropical de Sudamérica, y que es víctima desde la infancia del imperialismo que destruye la naturaleza por el interés económico. En una juventud tan intensa que parece varias vidas, Mino, tras perder a su familia asesinada por los militares, será aprendiz de mago con Isidoro, estudiante y finalmente ecoterrorista del “Movimiento Mariposa”, que asesina a los magnates responsables de la destrucción de la naturaleza.
La obra tiene muchos elementos que me han gustado, en especial los temas que trata, como el abuso de los recursos naturales, el problema de la sostenibilidad de la vida en la tierra, el poder de las grandes empresas… Gert Nygårdshaug resuelve bien su labor de escritor, dando muchos matices a la narración y al estilo de su historia, una novela literaria pero a la vez muy accesible a todo tipo de lectores. La vida de Mino tiene parte de realismo mágico latinoamericano, de thriller digno de un best-seller comercial e incluso de landscape novel, llena de detalles precisos e interesantes sobre la naturaleza y la tradición de Latinoamérica. La acción se sitúa claramente en el sur del continente americano, aunque en los diversos viajes de Mino por esta región no se suelen precisar las fronteras, cosa que, curiosamente, si se hace cuando pasa al Occidente desarrollado (Europa, Japón, EEUU…). Mis partes preferidas de la historia son, sin duda, el inicio, de aire casi mítico, y los capítulos finales en los que Mino funda el “Movimiento mariposa” con sus amigos y comienzan sus atentados por todo el mundo.
Es un libro que gustará a quienes se interesen por los problemas medioambientales del planeta, a los aficionados a una narrativa literaria con personajes que evolucionan de un modo rico y a quienes gusten de las novelas llenas de acción y grandes planes.
Mino y su grupo de mariposas son jóvenes, pero han vivido con intensidad, están motivados por objetivos comunes, son inteligentes y se quieren. Sus experiencias vitales les hicieron llegar a la conclusión de que “El ser humano era una vil alimaña, la peor criatura que el planeta había engendrado” (p. 288). Esta suma de lo vivido y la efervescencia de grupos violentos con ideas revolucionarias en el Occidente de la época, con un ideario netamente anticapitalista, hace que justifiquen su terrorismo por luchar contra un terrorismo peor: “el terror a menor escala es llevado a cabo por gente desesperada que no ve otra alternativa para cambiar el injusto sistema en que vivimos, mientras el terror a gran escala es ejecutado por caballeros muy amables y correctos de traje” (p. 298). El paso de Mino por la universidad lo lleva a radicalizarse, al ver escasos signos de rebeldía en los que debían encabezarla. Mino sabe matar desde la infancia, y sabe que “Matar había resultado muy sencillo”. Pero venganzas más o menos personales se transformarán, a medida que el joven madura, en atentados con objetivos y metodologías claramente definidos.
La ideología de los protagonistas de la novela se manifiesta en diversidad de ocasiones. Tal vez uno de sus componentes más interesantes, y de actualidad, sea una versión de la hipótesis de Gaia: “Si el odio de la selva se hiciera visible y se le otorgara poder, muy poca gente sobre la tierra se libraría del castigo. Y el castigo era la aniquilación, la muerte, la extinción eterna. Había por lo menos dos mil millones de personas de más. Gaia se retorcía de dolor. Él mismo moriría con gusto si eso ayudara a disminuir el sufrimiento de Gaia” (p 349). “De un posible principio de unidad que lo gobernaba todo, desde el más pequeño microbio hasta las ballenas en el océano y los jaguares en la selva, y por último a los seres humanos” (p. 385). Así llegan a la conclusión de que es su misión hacer el trabajo de Gaia, con asesinatos más y más numerosos que siembran el temor entre los grandes empresarios culpables de los crímenes contra la naturaleza. Se ven como quienes deben dejar que la Tierra tome el mando: “La Tierra no existía para los hombres; los hombres debían servir a la tierra” (p. 446).
Mengele zoo (expresión brasileña que al parecer se utiliza para algo que esta fuera de control) es una gran novela, rica en razones para leerla, desde su historia original y llena de giros interesantes, hasta lo actual de los problemas que en ella se plantean, pasando por Mino, un protagonista diferente con una vida apasionante.