Dos editoras lideran un sello pensado para los lectores
Editoriales hay muchas, libros se dice que se publican demasiado. Pero, ¿y los lectores? ¿Dónde están esos lectores buscadores de artefactos literararios que les conmocionen la vida? ¿Hay posibilidades de encontrar lectores en medio del ruido? Bajo ese reto Silvia Bardelás y Beatriz González fundan De Conatus, una editorial que asume la literatura como una fuerza que trastoca miradas.
“En De Conatus entendemos la lectura como una forma de ampliar nuestro mundo, nunca como una evasión. Leer es una actividad artística que nos hace más conscientes y más activos. Nuestro nombre llegó al entender la lectura como un vehículo para que cada uno descubra su fuerza innata, su conatus”. El anterior texto es la carta de presentación que esta editorial ofrece en su página web; preciso, contundente, sin mayores explicaciones que las necesarias para llamar la atención de los lectores. Y un lector, como sabemos, no es lo mismo que un comprador de libros. De Conatus funciona como una experiencia, como un espacio llamado a establecer vínculos entre los libros y sus lectores. Objetivo importante en un mundo donde los mensajes parecen destinados a perderse en botellas sin destino.
Silvia Bardelás y Beatriz González son amigas de la infancia que han vivido identificadas con la experiencia que significa leer un libro y volver al mundo con otra mirada. Beatriz tiene formación en Historia del Arte y experiencia en Recursos Humanos, por su parte, Silvia Bardelás es doctora en Filosofía y cuenta con una tesis sobre la novela. Con la amistad y la literatura como puentes, en el año 2018, estas dos mujeres decidieron fundar una editorial. Era normal que pretendieran vincular su idea de literatura con el hallazgo de lectores con intereses semejantes.
Beatriz González explica el nombre de la editorial de la siguiente manera: “El ‘conatus’, ese término utilizado por Spinoza, es la llamada a ser quien eres, a encontrarte a ti mismo, a desarrollarte hacia lo que debes ser. Todos los personajes de novela buscan su «conatus», y lo extrapolamos a todas las personas. Todos queremos encontrar nuestro «conatus» cuando leemos, al menos intentarlo”. Y es en las intenciones donde nace la honestidad de este proyecto, y quizá también la fuerza que pueda tener como negocio. El ruido que caracteriza la actualidad a veces nos hace dudar de la existencia de lectores que no se hechicen ante el libro como entretenimiento, pero los hay. Tanto que los hay que es posible que estemos hablando de lectores que, saturados de las mismas recomendaciones mediáticas de siempre, entren a las librerías sin mayor orientación que la de su librero o la que les brinde su olfato. Y es a ese lector a quien busca De Conatus.
Silvia Bardelás no huye al debate a la hora de argumentar su idea de sello, al contario, lo alimenta: “Queríamos una editorial absolutamente centrada en libros actuales, pero literarios, es decir, que no contemplen la lectura como un acto de entretenimiento, sino como un acto artístico. Tratamos la literatura como un arte, y al lector como un artista de la lectura”. Y en esta búsqueda de libros creados como arte (pues la literatura es, ante todo, un arte), en tres años (próximos a cumplir) se han hecho de un catálogo que conmocionaría a cualquier lector incrédulo. Jon Fosse (narrador, poeta y dramaturgo noruego de importancia mundial, firme candidato al Nobel); Percival Everett (novelista estadounidense); Joshua Cohen (novelista también estadounidense); Charlotte Van den Broeck (poeta flamenca); Nathacha Appanah (novelista francesa); Daniel Guebel (novelista, periodista y guionista argentino); Abel Neves (novelista, dramaturgo y poeta portugués) y Germán Sierra (novelista y neurocientífico español), son algunos de los autores actuales que se suman a clásicos como Flaubert, Joyce y Mann para integrar esta propuesta editorial en movimiento.