JANE SMILEY – Un amor cualquiera

128 páginas • 15 x 23 cm
ISBN: 978-84-17517-70-0
PVP: 15,90€
En librerías el 15 de junio

premio1.jpg
De la autora de
La edad del desconsuelo
premio2.jpg

«Con esta obra, Jane Smiley se confirma como una de las autoras de su generación que con más elocuencia narra el amor familiar cotidiano, sus placeres y sus riesgos».
Michiko Kakutani,
The New York Times

JANE SMILEY
TRADUCCIÓN DE FRANCISCO GONZÁLEZ LÓPEZ
Un amor cualquiera85390775-67f0-46be-8178-9b97dce6cc3f.jpg

Hace ahora justo veinte años, los Kinsella eran, en apariencia, una familia idílica y feliz. De un día para otro, el marido de Rachel vendió la casa en la que vivían y se llevó a los cinco niños al extranjero sin contar con ella. Rachel tardó un año en volver a verlos, y su pánico era tan intenso que se tambaleaba al acercarse a su encuentro. Hace ahora justo veinte años de la ruptura, este preciso fin de semana en que tres de los hijos de Rachel –Ellen y los gemelos Joe y Michael–, ya adultos, cada uno de ellos sumido en su particular crisis personal, se han reunido en la casa materna. Desde aquella separación traumática, a los Kinsella no se les dan bien las despedidas, aunque tampoco las reuniones, en las que los ecos del pasado los abruman. Inevitablemente, con esos recuerdos tan vivos para Rachel, no es de extrañar que una conversación casual, en el porche, después de cenar, derive en una confesión sobre los acontecimientos que propiciaron aquella ruptura; lo que sin duda ella no espera es que sus hijos tengan también algo que contarle.
En Un amor cualquiera, Jane Smiley retoma el universo de las relaciones familiares, centrándose esta vez en el miedo que sentimos a herir de forma irreparable, con nuestras decisiones más íntimas, a aquellos a quienes más amamos. En una narración que se despliega como una espiral de revelaciones emocionales que Rachel va desgranando a lo largo de un fin de semana, Smiley nos muestra las formas en que se desarrollan los amores comunes y corrientes, aquellos que vivimos todos los días, y con exactitud, paciencia y ternura desmonta el mito de la familia perfecta.