Cada vez es más común sentir que no tenemos suficiente energía para terminar el día. En ocasiones, ese cansancio influye en actividades como la lectura y terminamos entregados a los sueños más profundos al iniciar esta práctica. Pero, ¿por qué me duermo cuando leo? A continuación explicaremos algunos factores.
¿Mala alimentación?
El cansancio también puede estar asociado con la mala alimentación. Según la Escuela de Medicina de Harvard, la deficiencia de algunas vitaminas influye en la falta de energía. Concretamente, destacan el hierro, la vitamina B12 y la vitamina D como micronutrientes indispensables para evitar el desgaste físico.
La fatiga puede ser la primera señal de una anemia, provocando mayor cansancio al leer. El cuerpo utiliza el hierro para fabricar la hemoglobina, una proteína importante de los glóbulos rojos para cumplir con los requerimientos de oxígeno del organismo. Por tanto, su déficit puede llevar a padecer esta enfermedad.
Mientras que la vitamina B12 mantiene sanas las neuronas y los glóbulos sanguíneos. Su deficiencia puede causar problemas como cansancio, debilidad, problemas neurológicos y anemia megaloblástica. Finalmente, un déficit de vitamina D puede debilitar la fuerza de músculos y huesos. Ante ello, se recomienda incluir todos los grupos de alimentos en nuestra dieta cotidiana para proporcionar los nutrientes esenciales y la energía necesaria.
El tiempo
Según especialistas, el momento del día que una persona elige leer es fundamental. “si una persona se pone a leer a la hora de la siesta, entre la 1 y 3 de la tarde, lo más probable es que cabecee o tienda a dormirse”, sostiene Mirta Ana Averbuch, médica neuróloga.
Otra razón por la que una persona suele quedarse dormida es porque la gente duerme menos de lo que necesita. El promedio de sueño nocturno de la mayoría de las personas es de entre 5 a 6 horas. En España, un estudio del grupo de investigación Psicobiología y Neurobiología del Comportamiento ha detectado que la la población adulta española duerme de media 6,43 horas diarias, por debajo de las ocho horas recomendadas.
Dónde, cómo, qué y porqué
Factores como la posición, iluminación, descanso y sonido influyen en la lectura. La posición correcta es sentarse en una silla ergonómica frente a la mesa o un sillón cómodo. Debemos tener la espalda recta. Evitar leer en la cama. También inclinar el libro ligeramente con un ángulo de 45 grados.
Sobre la iluminación, leer con luz tenue puede ayudar al sueño. La iluminación recomendada es clara y equilibrada para leer sin esforzarte. Evitar leer con un foco sobre el libro, pues al momento de levantar la vista, la pupila se agranda y el ojo se cansa más. Debemos cuidar la vista.
También se recomienda hacer pausas. Leer durante 25 minutos y descansar 5 minutos para tomar un vaso con agua o caminar. Finalmente, si desea leer con música, esta debería ser una melodía sin voz.