Tras el éxito alcanzado con La trenza (Salamandra, 2018), que en Francia ha superado el millón de ejemplares vendidos y está en proceso de adaptación cinematográfica, Laetitia Colombani regresa a las librerías con una novela sobre los derechos de la mujer, el activismo social y la búsqueda de la felicidad.
En esta ocasión, la autora entrelaza dos historias separadas por un siglo, pero unidas por un edificio muy singular de París: el Palacio de la Mujer. La novela arranca con Solène, una abogada de cuarenta años que presencia el suicidio de uno de sus clientes. Profundamente afectada, esta mujer moderna e independiente se sume en una profunda depresión, agravada por una reciente y tumultuosa ruptura de pareja. Para tratar su enfermedad, su psiquiatra le recomienda, además de una generosa dosis de fármacos, tareas de voluntariado.
Así es como Solène comienza a trabajar en el Palacio de la Mujer, un antiguo hotel reconvertido en un centro de acogida de mujeres en grave riesgo de exclusión social. Allí, mientras atiende a las peticiones de las residentes, experimentará una transformación interior que la llevará a iniciar una nueva vida menos ambiciosa en lo material pero más rica en lo espiritual, recuperando una pasión por la literatura que se gestó en su infancia.
En el centro, Solène conocerá a una serie de mujeres con severos problemas económicos, dramas desoladores y cicatrices tan profundas que le permitirán abrir los ojos a unas realidades en las que nunca había reparado: la de las indigentes que son violadas en la calle, la de las transexuales que no son aceptadas ni en el mundo masculino ni en el femenino o la de las madres que se suicidan tras perder la custodia de sus hijos…
Con todo, Laetitia Colombani no ha escrito simplemente una novela social de denuncia, sino que además ha aprovechado estas emotivas páginas para rendir homenaje a Blanche Peyron (1867-1933), una figura clave del activismo francés de principios del siglo xx, cuyo legado se alza todavía hoy en el distrito XI de París: el Palacio de la Mujer. A través de los cambios de capítulo y los saltos temporales, la autora alterna la historia de Solène con la de Blanche, una mujer tenaz y avanzada a su tiempo que, como Comandante del Ejército de Salvación, consiguió adquirir un edificio abandonado y convertirlo en un lugar donde todas las indigentes del país tuvieran un techo y se sintieran protegidas.
Así pues, Laetitia Colombani combina con gran acierto la historia ficticia de una abogada de éxito que necesita reinventarse con la de una activista real que levantó uno de los proyectos más insólitos y admirables para ayudar a las mujeres más desfavorecidas. El resultado es una novela sobre la esperanza y la amistad que, además, nos incita a alzarnos contra las injusticias.
Construido en 1910 sobre los restos de un antiguo convento dominico del siglo xvii, el Palacio de la Mujer fue para Laetitia Colombani un descubrimiento casual mientras deambulaba por el distrito XI de París. Al pasar por la esquina de las calles de Charonne y Faidherbe, se detuvo ante un edificio monumental que la impresionó profundamente. Tras leer las placas de la fachada, buscó información sobre el inmueble y supo que había sido administrado por el Ejército de Salvación desde un siglo antes y que prestaba asistencia a mujeres en grave riesgo de exclusión social.
Durante el proceso de documentación, convencida ya de que ese edificio contenía una historia apasionante y que ella quería contarla, Laetitia Colombani quedó prendada de la figura de Blanche Peyron. Según ha explicado la propia autora, «nunca había oído hablar de Blanche Peyron y tuve que investigar para saber más cosas sobre ella», especialmente acerca de las dificultades que tuvo que superar para que el Ejército de Salvación pudiera operar en París, la obra social del Palacio de la Mujer y los vínculos emocionales creados entre sus residentes.
En alguna entrevista, la autora ha explicado por qué se decidió a escribir Las vencedoras, incidiendo en ese benéfico aspecto socioemocional del Palacio. En su opinión, «una mujer sin hogar es una presa; mientras los hombres se reagrupan, las mujeres prefieren quedarse solas y esconderse, principalmente porque tienen miedo». De ahí la importancia de un lugar como el descrito en la novela, donde se muestran «las interacciones de las mujeres que allí viven, para las que la hermandad y la solidaridad son valores fundamentales». Un retrato que Laetitia Colombani pinta con sensibilidad, pero sin caer en la sensiblería ni en escabrosidades.
La Autora
Laetitia Colombani debutó en 2017 con La trenza, que Salamandra publicó al año siguiente. La novela vendió más de un millón de ejemplares sólo en Francia, fue traducida a casi cuarenta idiomas y actualmente está en proceso de adaptación a la gran pantalla, con la propia Colombani como directora y guionista.
La trenza aborda las historias de tres mujeres que, nacidas en tres continentes distintos, comparten ideas y sentimientos muy parecidos, sobre todo el anhelo de libertad. La primera es una intocable de la India que sobrevive recogiendo los excrementos de una casta superior; la segunda, una italiana de Palermo que afronta la ruina del negocio familiar; y la tercera, una abogada canadiense que tiene que reinventarse tras sufrir un desmayo en medio de un juicio.
Smita, Giulia y Sarah no se conocen, pero tienen en común el empuje y el tesón de las mujeres que rechazan lo que el destino les ha reservado y que se rebelan contra las circunstancias que las oprimen. Como hilos invisibles, sus caminos se cruzan formando una trenza que simboliza la voluntad inquebrantable de vivir con esperanza e ilusión.
Laetitia Colombani (Burdeos, 1976) estudió cine en la escuela Louis-Lumière y dirigió su primera película con tan sólo veinticinco años. En poco tiempo, se ha consolidado como directora, guionista y actriz. Ha trabajado con intérpretes de la talla de Audrey Tautou, Emmanuelle Béart o Catherine Deneuve. La trenza, su ópera prima, se convirtió en un fulgurante éxito editorial que, avalado por el prestigioso premio Relay, ha vendido más de un millón de ejemplares en Francia y se ha traducido a casi cuarenta idiomas. Ha publicado también un álbum infantil ilustrado: La trenza o el viaje de Lalita (Salamandra, 2020).
La crítica ha dicho
«Con un método parecido al de La trenza, Laetitia Colombani entrelaza dos narraciones que confluyen en una historia común: la de dos figuras excepcionales que provocan admiración.» Paris Match
«Laetitia Colombani posee la elegancia que confiere la humildad. A pesar del éxito de La trenza, aborda con serenidad la publicación de su segunda novela, en la que el feminismo está en el centro mismo de la narración. […] Una oda a la fraternidad de las mujeres.» Le Parisien
«Las vencedoras muestra a las mujeres en toda su belleza y fragilidad.
Es una mirada a la miseria del siglo xix, pero también a la de hoy en día. Además, la escritura de Laetitia Colombani es tan libre como una pluma, pero tiene la profundidad del cristal.» PublikArt
«Una magnífica historia de mujeres.» Femina
«Una novela llena de emociones y esperanzas.» Sylvie Thomasson (Librería Decitre Part-Dieu)
«La escritura de Laetitia Colombani te remueve las entrañas.» Manika (Librería Furet du Nord Lieusaint)
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