No soy un fan de David Bowie, solo habré oído sus éxitos más conocidos como “Space Oditty”, “Under Presure”, “Rebel, Rebel” o “China Girl”, por citar unos pocos. Es más, incluso creo que de haber asistido a alguno de sus últimos conciertos sería uno de los que les felicitaran por el detalle de tocar “The man who sold the world” de Nirvana, mientras él pensaba “Imbécil, vete a la mierda” como relata en una de las entrevistas que aparecen en este libro. Pero, a pesar de no ser un acólito de tan relevante artista es innegable que todos nos sentimos atraídos por su marciana personalidad.
Esta recopilación de entrevistas nos guían desde sus primeros pasos, cuando el que se subía al escenario era su alter ego Ziggy Stardust haya por el ya tan lejano 1969, pasando a ser Aladdin Sane hasta asumir su verdadera personalidad a pesar de no ser más David Robert Jones de sus últimos años. A través de estas entrevistas vamos conociendo a un artista de otro mundo que en realidad era un ser lleno de inseguridades y más terrenal de lo que imaginamos.
Sean Egan ha realizado un trabajo titánico. No quiero ni imaginarme los miles y miles de entrevistas que le hicieron a Bowie a lo largo de su carrera, y por todo el material que Egan habrá tenido que bucear para seleccionar las que aparecen en este libro. Y ha hecho un recopilación grandiosa, porque no sobra ninguna de las que aparecen, siendo tan distintas y a la vez tan reveladoras de la vida y obra del artista, obteniendo como resultado final no lo más parecido a una autobiografía como indica su contraportada, sino mucho más, porque en una autobiografía al uso nos encontramos con datos cronológicos envueltos en relatos introspectivos, aquí, a través de estas treinta y algo entrevistas lo que obtenemos es la visión de un artista que se muestra esquivo y distante en sus inicios, pero a medida que pasan los años percibimos su madurez, no solo como artista, sino como ser humano, llegando a abrirse en canal para mostrarnos al Bowie más interno, sensible y sincero.
Cada entrevista la disfrutamos de forma diferente: algunas recuerdan a esa maravilla llamada “El cine según Hitchcock” cuando Bowie comienza a hablar de música y arte en general con su entrevistador; en entrevistas corales, como la que le hace Adrian Deevoy al grupo Tin Machine, del que Bowie solo se contaba como un miembro más, se explayan y nos maravillan hablando sobre estilos y grupos musicales; en otras en solitario se abre más personalmente, confesando sus miedos, temores, anhelos y esperanzas. También distinguimos fácilmente cuando el entrevistador es un detractor o un fanático como Dominic Wells en cuya introducción de su entrevista para la revista “Time out” confiesa: “es el único al que clavé en mi pared”. Pero sean o no admiradores de su figura al final todos caen rendidos a sus píes, llegando a la conclusión de lo cercano y encantador que era.
Como si no fuese suficiente esta recopilación de entrevistas de por sí, el autor realiza una labor encomiable al presentarnos cada una poniéndonos en antecedentes en el tiempo y el contexto con una pequeña introducción.
El libro fue publicado en Estados Unidos en 2015, un año antes de su fallecimiento. Es por ello por lo que en la edición española -cuya traducción es impecable donde no nos perdemos ni un juego de palabras ni dobles sentidos- aparece en forma de epilogo una conmovedora nota de su productor Tony Visconti que publicó en su Facebook relatando lo afligido que estaba por la perdida de su amigo. Un broche de oro a esta obra haciéndonos sentir el vacío por la perdida de un ser tan especial.
Con una preciosa edición en tapa dura Libros Cúpula ha editado una auténtica maravilla no solo para fans de Bowie, sino para todos aquellos que reconocen que la mayoría de nosotros pasa por la vida de soslayo, pero que luego hay genios carismáticos que marcan la vida de varias generaciones, y que merecen ser conocidos más allá del mito.
1 comentario en «Bowie por Bowie de Sean Egan»
Los comentarios están cerrados.