“Esa sensación peculiar de estar mirando algo oculto que pronto se va a desvelar. Ese tiempo de espera. Ese comienzo terrible…” Y así comienza una de las historias más peculiares, redondas y originales que he leído en los últimos años.
Somoza no hace un pastiche de la obra de Conan Doyle, ni siquiera inventa una historia novedosa actualizando a Sherlock Holmes. Él ha hecho mucho más. Parte de datos reales sobre Arthur Conan Doyle y alrededor de ellos empieza a jugar su teatro mental y de prestidigitación con el lector. Nos pone en las páginas: realidad, fantasía, emoción, intriga, ternura…Todas las personas que me conocen saben que soy una fan absoluta del personaje de Sherlock Holmes y el ambiente oscuro de ese Londres victoriano. Por esa razón cuando vi este libro decidí estrenarme con este autor que ya llevaba una buena temporada entre mis pendientes y le tocaba.
Me gustaría llamar la atención sobre la edición tan original de esta novela; está estructurada de manera similar a una obra de teatro. Dividido en tres partes: alzada de telón, entreacto y escena final, cada parte consta de un preludio antes de los capítulos. Por sus páginas nos encontramos con ilustraciones de programas de mano y páginas de libretos teatrales. De verdad que da gusto pasar las páginas y ver la original edición.
La manera en la que el autor juega con la historia, con los personajes, ambientaciones y situaciones hace que él parezca un ilusionista intentando que el lector vea solo lo que al escritor le interesa. Hay cosas que se describen tan magistralmente en el libro que he buscado en Internet durante la lectura hasta que he descubierto que Somoza simplemente ha jugado conmigo; se inventa un mundo que no existe pero que resulta tangible y verosímil. Y como el libro gira alrededor del teatro, el mismo autor nos hace ser público y actores al mismo tiempo, a la vez que a sus personajes.”La cara del público es muy variada, como mil caras en una sola: el público casi siempre actúa mejor que el actor.”
¿Recomendaría este libro? Sí, sin duda alguna. Una novela donde no solo los personajes se ven abocados a actuar como en un teatro, también es necesario que actúen y sus actos los cambien a ellos y por tanto la historia. Es una magnífica apertura de la trilogía que el autor tiene preparada… No tengáis miedo, este volumen es autoconclusivo en cuanto a la trama.