El polifacético y maravilloso Pablo Carbonell nos ofrece esta novela gamberra, divertida y nada casposa con la que cualquiera se pasará un buen rato de lectura.
Una novela repleta de humor en la que el desfile de personajes –un empresario de la industria porcina, un vaquero a la búsqueda del secreto de la vida, un sacerdote codicioso, un árabe tras el tesoro de sus antepasados–, nos llevarán a la conclusión de que el único tesoro que alberga la tierra es el amor de la protagonista, Pepita, una mujer cuyo valor es no tener precio.
Pablo Carbonell cree que su suegra no debería leerse esta novela porque el personaje de Doña Urraca está inspirado en ella, pero que salvo esa excepción, cualquiera puede leérselo, hasta su hija de 10 años. La trama representa a la España cañí autentica, casposa y rancia que todavía sigue diluyendo en envidia y cerveza sus penas, pero lejos de ser un libro mustio es una obra viva, dinámica y divertida que además introduce la sabiduría popular de su madre y la picaresca que tuvo que afrontar él mismo de niño.
Acérquense a Pepita y pasarán un buen rato de lectura.