Por primera vez, el genio gótico y criminal de
Félix J. Palma se adentra en el
género negro.El 15 de enero regresa a las librerías el aclamado autor de la Trilogía Victoriana, publicada en más de 25 países, con numerosos galardones y su aparición estelar en la lista de bestsellers del New York Times. Más de 100.000 lectores lo están esperando.Un escritor atrapado en la perversa telaraña de su propia imaginación, una frenética investigación contra un juego macabro que solo un Monstruo es capaz de llevar a cabo.
Apreciado/a lector/o: Esta noche han secuestrado a mi hija. Se llama Ariadna, y solo tiene siete años. Creo que nadie que no lo haya experimentado en carne propia puede imaginarse el terror que te invade al llegar a casa y encontrar la cama de tu hija vacía. No puede existir un miedo mayor para un padre. Y ese terror indescriptible se intensificó aún más cuando descubrí pegado a una pared un sobre negro.
Deja que te ponga en antecedentes. Hace diez años me convertí en un escritor famoso con mi primera novela, Sangre y ámbar. Era la historia de un terrible psicópata apodado el Monstruo que secuestraba niñas en la Barcelona modernista. Si sus padres querían recuperarla con vida, debían superar tres pruebas, cada una de ellas más espantosa que la anterior, que el secuestrador les hacía llegar en un sobre negro.
¿Entiendes ahora mi miedo? Alguien ha decidido hacerse pasar por mi personaje y jugar conmigo al macabro juego que yo mismo inventé. Si quiero que Ariadna vuelva con nosotros, tengo que superar tres pruebas… y no sé si podré conseguirlo. No soy ningún héroe, nunca lo he sido. Solo soy un hombre normal. Un hombre como cualquiera. Un hombre como tú.
La policía me ha asegurado que no tendré que hacer ninguna prueba, que lograrán cazar al secuestrador antes del plazo. Están interrogando a nuestros familiares y amigos, buscando quién se ha llevado a mi hija. Pero no sé si darán con él. Nadie piensa que el secuestrador pueda ser el verdadero Monstruo, que haya salido de mi novela e irrumpido en la realidad.
Solo yo. Yo, tú y todos los lectores que sientan el abrazo del Monstruo a partir del próximo 15 de enero…Atentamente,
D.Arce
DOSSIER DE PRENSA
«Por el poder que la palabra me otorga, te expulso de mis pesadillas y te encierro en el papel»
Con El abrazo del monstruo, el genio gótico y criminal de Félix J. Palma se adentra por primera vez en el género negro tras su celebrada Trilogía Victoriana y consigue un verdadero portento narrativo, tan voluminoso y dilatado como ágil y acelerado en su lectura. Una pieza de relojería narrativa cargada de suspense que, a lomos de logrados diálogos y acción sin respiro, desconcertará hasta al fan más sagaz del género. No sólo porque sus claves se ocultan en un inteligente juego de ficción dentro de la ficción, a la manera de las cajas chinas, o entre los sutiles pliegues de la psicología de los personajes más que logrados; sino porque la trama encierra un juego aún más perturbador, del que difícilmente podrá escapar el lector. Se trata del juego nada inocente que despliega la mejor literatura y que tiene que ver con la proyección de nuestros propios fantasmas y nuestros miedos más profundos en aquello que leemos. Una proyección que pone en duda los límites entre la realidad y la ficción y que tiene mucho, a su vez, de catarsis o de exorcismo de nuestros propios terrores, como le sucede al protagonista de la novela, con el que resulta imposible no identificarse. No sólo porque Diego Arce lucha a contrarreloj por preservar aquello que más ama, por salvar la vida de su propia hija, y se enfrenta a sus propias cobardías y debilidades; sino porque quizá su verdadero enemigo lo lleve consigo. El verdadero monstruo al que todos nos enfrentamos y que anida en el interior de nosotros mismos, en nuestros miedos y terrores más profundos.
Así empieza El abrazo del Monstruo
Diez años después de publicada su primera novela, Sangre y ámbar, Diego Arce aún no ha podido sobreponerse al éxito que le trajo aparejada. La obra, traducida a varias lenguas, no sólo le deparó la fama como escritor, sino que además lo convirtió en un hombre rico. Pese a las insistencias de su editor de escribir una secuela de aquel fenómeno, hasta ahora Diego se ha negado en redondo a acometer una segunda parte y las dos novelas que ha escrito a continuación en todos esos años han pasado casi desapercibidas.
“–Pues a mí me da que estás tramando la vuelta del Monstruo –retomó el incombustible Pardo, dándose un par de toquecitos con el índice en la nariz–. Tengo un sexto sentido para estas cosas, El cirujano sangriento asolará de nuevo la Ciudad Condal, ¿verdad?”
Las presiones, el temor al fracaso y el bloqueo ya están haciendo mella en él, pero Diego se ve incapaz de resucitar sobre el papel al villano de aquella novela apodado “el Monstruo”. Un cirujano psicópata que aterrorizaba la Barcelona modernista de principios de siglo secuestrando y torturando salvajemente a niñas, a costa del sufrimiento añadido de sus padres, quienes tenían que someterse a un macabro juego que consiste en someter a la niña a los mismos tormentos que no supere el padre. ¿Hasta dónde está dispuesto un padre a llegar por salvar la vida de su pequeña?
“…Enric empezó a leer la carta del secuestrador de su hija. En ella, alguien que se apodaba a sí mismo el Monstruo, le informaba de que para recuperar a Mariona debía superar tres pruebas en el Liceo. Enric leyó con espanto la primera de ellas, que era la única que, de momento, consignaba la carta. De todo eso hacía siete u ocho días, no podía recordarlo, pues se había pasado los dos últimos bebiendo. Solo recordaba su huida del escenario del teatro…” *Sangre y ámbar
Finalmente, en un congreso internacional de novela Diego cede a las presiones de su editor y comienza a coquetear con la idea de resucitar en la ficción al “Monstruo”. Y justo esa misma noche el Monstruo resucita, pero lo hace en la vida real. Al regresar a casa con su mujer, Laura, encuentra a la joven canguro encerrada en el baño y a su hija desaparecida. Alguien ha secuestrado a su pequeña Ariadna de sólo siete años –exactamente la misma edad que tenían las víctimas del sanguinario cirujano de la Barcelona modernista en su novela–. Alguien que se autodenomina, en efecto, como “el Monstruo” y que le ha dejado, tal y como sucede en su propia novela Sangre y ámbar, una elegante carta manuscrita encerrada en un sobre negro, con las instrucciones de la primera de las tres pruebas o retos que debe superar, si quiere volver a ver a su hija con vida.
El inspector de los Mossos d’Esquadra Gerard Rocamora, amigo de la familia, se hace cargo del mediático caso, que no parece un trabajo sencillo. Entre otras cosas, porque la puerta de la vivienda de Diego Arce no fue forzada y las hipótesis con las que trabaja el investigador no apuntan a un simple secuestro a cambio de un rescate. Ni siquiera parece que se trate de la obra de un fan psicópata dispuesto a poner en práctica la trama de la famosa novela.
“Necesito que mantengáis la mente clara, que penséis con rapidez y frialdad. Es muy importante. Las primeras horas de un secuestro son cruciales, y no voy a negaros que el tiempo corre en nuestra contra. Ahora no es el momento de venirse abajo. Laura mírame… –Ella, obediente, lo miró–. No han forzado la puerta de entrada –explicó con voz calma–. Necesito que me digáis quién tiene las llaves de esta casa”.
A partir de allí la historia se dispara en una alocada carrera contra el tiempo por salvar a la pequeña Ariadna del abrazo de “el Monstruo”. ¿Quién encarna al macabro personaje de ficción en la vida real? Los sospechosos se suceden a un ritmo de vértigo, desde Héctor, el hermano de escritor con el que mantiene una pésima relación alimentada de viejos rencores, a un exnovio acosador de su mujer que nunca ha superado la ruptura o incluso a una buena amiga de Laura que tenía las llaves de la casa cuando se produjo el secuestro. Pero ninguno de ellos parece tan macabro ni dispuesto a llegar tan lejos para tomarse revancha.
Mientras la investigación avanza Diego Arce tendrá que enfrentarse a sus peores pesadillas. El lector irá descubriendo que para el escritor había mucho más de sí mismo en su bestseller de lo está dispuesto a admitir. Porque no hay nada más real, que nuestros propios miedos y en “el Monstruo” de la ficción Diego Arce condensó todos sus viejos fantasmas, terrores y traumas de la infancia, a la manera del más puro exorcismo literario. De allí, entre otras cosas, la macabra eficacia del personaje y la terrorífica contundencia de la novela. No en vano, cuando Arce escribía la novela se repetía a si mismo, como un mantra, la consigna: Por el poder que la palabra me otorga, te expulso de mis pesadillas y te encierro en el papel. Y ahora lo continúa haciendo desesperado, cuando la pesadilla ha abandonado definitivamente la letra de molde y se ha vuelto realidad.
“Ahora no podía evitar recordar aquella época como una especie de sueño, un bello sueño que había terminado bruscamente al poco de mudarse a Barcelona, cuando Diego emprendió la escritura de Sangre y ámbar, aquella novela que los había hecho ricos pero que Laura consideraba maldita, cada vez por más razones.”
“… aquel terror que había velado con su sombra tenebrosa cualquier destello de felicidad. Aquel terror le había obligado a escribir Sangre y ámbar.”
Los personajes…
Diego Arce: Famoso escritor de novelas de misterio que no consigue repetir el éxito de su primera novela, quizá porque ha puesto en ella demasiado de sí.
Laura Folch: Guapa e inteligente pediatra, de ojos color de ámbar, que se casó con Arce cuando era un profesor de la Costa Brava que soñaba con ser escritor.
Ariadna: Pequeña hija de Diego y Laura, sumamente inteligente y perspicaz, y puede que más valiente que su padre.
El Monstruo: Sanguinario cirujano psicópata que azoló la Barcelona modernista y puede que algo más que un simple personaje de ficción.
Gerard Rocamora: Eficiente inspector de los Mossos d’Esqudra de caótica vida privada, quizá demasiado apegado personalmente a Digo Arce y a su mujer.
Marc Olaya: Apuesto agente de la policía autonómica, bajo las órdenes de Rocamora, más preocupado en la promoción profesional que en descubrir la verdad.
Mireia: Agente de los Mossos experta en informática cargada de piercings que, tal vez, se ha extralimitado en sus dotes de hacker.
Héctor: Hermano del escritor Diego Arce, al que no perdona que le negara apoyo financiero en su empresa y con el que siempre se ha llevado fatal.
Julián Bassol: Cirujano, antiguo compañero de universidad de Laura, con la que mantuvo antaño una enfermiza relación que no ha superado.
Helena: Amiga de Laura, poco agraciada y con sobrepeso, que tal vez oculte una envidia muy poco sana hacia la mujer del escritor.
Robert Raventós: Antiguo alumno de instituto de Diego Arce, por cuya asistencia médica el escritor conoce a su futura mujer.
Judit: Joven pareja de Raventós que formaba parte del grupo de alumnos marginados del instituto donde Arce daba clases.
Biel Martorell: Introvertido tercer estudiante del malogrado grupo de alumnos de instituto a los que Arce les dictaba un taller literario.
Armand Tejada: Ambicioso y calvo editor de Arce, dispuesto a todo por repetir el éxito de su primera novela y aumentar las ventas editoriales, incluso a recurrir a la prensa rosa.
Félix J. Palma (Sanlúcar de Barrameda, 1968) es escritor, profesor de escritura creativa y coaching literario. Desde su debut a la narrativa con el volumen de relatos El vigilante de la salamandra (1998), que recibió un aplauso unánime de la crítica, Félix J. Palma se ha ganado a pulso un lugar destacado en el terreno de la literatura fantástica y maravillosas con libros de cuentos como Las interioridades (Premio Tilfos 2001) o Los arácnidos (Premio Iberoamericano de Relatos Cortes de Cádiz 2003). Como novelista ha publicado La Hormiga que quiso ser Astronauta (2001) y Las corrientes oceánicas (Premio de novela Luis Berenguer, 2005). Pero su definitiva consagración como narrador se la debe a su Trilogía Victoriana, que se ha publicado en más de 25 países, ha obtenido numerosos galardones y ha aparecido en la lista de best sellers del New York Times. Está formada por las novelas El mapa del tiempo (XL Premio Ateneo de Sevilla, 2008), El mapa del cielo (2012) y El mapa del caos (2014). El abrazo del monstruo es su nueva novela.