Concebida en dos partes, “La muerte del comendador” es una obra asombrosamente imaginativa, así como un homenaje a El gran Gatsby. Murakami, gran melómano, sitúa la música y la pintura en el centro de su novela, con un misterioso cuadro que recuerda a la ópera Don Giovanni de Mozart, y aborda temas como la paternidad, que hasta el momento no había explorado.
En el Libro 1, el protagonista, un retratista llamado Tomohiko Amada, irá internándose en un fascinante laberinto donde conviven episodios dramáticos de la Segunda Guerra Mundial, teorías en torno a la pintura, una casa aislada en lo alto de las montañas, extraños pozos utilizados por antiguos monjes, personajes imposibles o de intenciones inciertas, un pasado familiar cargado de cuestiones no resueltas y una adolescente precoz, entre otros muchos elementos que cobran su sentido final en el Libro 2, cuya publicación está prevista para enero de 2019.
La novela, que en febrero de 2017 se puso a la venta en Japón, alcanzó en tan sólo un mes la cifra récord de 1.000.000 de ejemplares vendidos. Precedida por este éxito, la novela ha cosechado un gran éxito de crítica y lectores en los países donde hasta el momento se ha publicado.
Haruki Murakami es el creador de un universo literario único e inconfundible, caracterizado por la atmósfera onírica que impregna todas sus obras, por la importancia otorgada a los sentimientos, y por los elementos fantásticos, como la existencia de mundos paralelos.
Sus obras abordan las dificultades de descifrar la realidad y el modo en que el hombre puede vivir en ella. Su universo literario es un crisol refinado de referencias cultas, de alusiones a la tradición occidental (desde Dostoievski hasta Scott Fitzgerald, Orwell y Chandler), pero también de manifestaciones de la cultura popular como la música, el cine o las series de televisión.
El protagonista no es Tomohiko Amada. El protagonista alquila la casa de Tomohiko Amada.