Fuente: Fundación Jaime Alonso Abruña
Luego de un largo curso escolar, los más pequeños han empezado a disfrutar de sus vacaciones. Aunque es un tiempo de descanso, de ocio y de compartir con amigos, también es el momento ideal para que los padres refuercen hábitos aprendidos, como por ejemplo el de la lectura, ya que los niños están menos cansados y más dispuestos aprender y hacer cosas nuevas.
Lograr que los niños no pierdan el gusto por la lectura, es importante para el adecuado desarrollo del hemisferio izquierdo, donde se estimula la lógica, la creatividad, la imaginación e intuición. Dejar de lado la lectura durante estos tres meses de vacaciones puede traer consigo un retraso significativo en faltas ortográficas, de comprensión, expresión oral, creatividad entre otras, elementos que se verán reflejados al inicio del nuevo curso.
Por eso la Fundación Jaime Alonso Abruña y la Academia Jaime Alonso os presentan seis consejos útiles para que esta actividad se realice de la manera más natural y divertida posible.
Dar ejemplo
Los niños suelen imitar lo que los adultos hacen, así que si ven a los mayores leyendo, en algún momento harán lo mismo. También es importante que se realicen lecturas tanto individuales como en conjunto, ya que este último permite hablar sobre lo leído, conocer sus opiniones y crear un vínculo importante entre los padres y los niños.
Tener un libro siempre a mano
Como el verano tiene tiempos “muertos” o momentos sin mucho que hacer, nunca sobre tener un libro para ofrecerles. Debe ser uno que a ellos les guste mucho y que haya sido elegido por ellos previamente. Se pueden utilizar mientras se espera sitio en un restaurante, antes de que tomen la siesta o luego de ver su programa favorito en la televisión.
Llevar libros temáticos
¿Os vais a la playa? O ¿preferís ir de campamento? Llevar, por ejemplo, un libro donde se hable de osos, montañas, ríos y fogatas permitirá que los niños se sientan más involucrados e identificados con lo que leen. Esto los motivará y aumentará su interés en la lectura. Además se podrá incentivar a que dibujen su parte favorita del libro y que os la describan. Todo esto para mantener la imaginación y la creatividad activa.
Incentivar el aprendizaje de palabras nuevas
Usar pegatinas en diferentes objetivos y lugares de la casa con sus respectivos nombres permite no solo mejorar su léxico sino su ortografía. Además, una buena idea es ir explicándoles su significado y la forma en cómo se utiliza. Es importante que no se imponga un número específico de palabras que deben memorizar ni un tiempo limitado, dejarlos ir a su ritmo es lo recomendado para que la actividad de verdad sea productiva.
Leer en voz alta
Dejar que los pequeños lean en voz alta, le dará la posibilidad de mejorar sus destrezas lectoras. No tienen que ser necesariamente libros enteros, pueden ser secciones de algún periódico, una revista o una carta. Esto mejorará su atención, su pensamiento crítico, creativo y aumentará su curiosidad.
Dejar que exploren los libros
Cuando se está tratando de mantener un hábito entre los pequeños es importante que cada uno vaya a su ritmo. Que además de elegir el libro de preferencia, puedan explorar a su gusto y de manera desorganizada su contenido. Darles su espacio y permitirles curiosear aquellos aspectos que les llaman la atención puede ser un buen inicio para que este hábito se convierta en rutina.
Impulsar la lectura en los niños durante las vacaciones es cuestión de imaginación e intensión por parte de los padres. Saber aprovechar cada momento de ocio es valioso para incentivar este importante hábito desde el cariño y la comprensión.
Buenos consejos !
Cuando camino con un libro en la mano, mis alumnos miran para ver el título. XD