«¡Excitante! ¡Sorprendente! Te dejará con la boca abierta. Después de leerla, te lo pensarás todo dos veces.»
Margaret Atwood
«Un clásico instantáneo de la ficción especulativa. Un thriller de gran alcance, que atrapa desde la primera línea, infinitamente provocador y que combina una prosa elegante y eficiente con bellas meditaciones sobre la metafísica del poder y al posibilidad del cambio.»
The Guardian
«La energía es una mirada fascinante sobre lo que el mundo podría llegar a ser si no viviéramos en un sistema sexista. Un libro que toda mujer y todo hombre debe leer.»
The Times
¿Alguna vez hemos pensado qué sucedería si las mujeres poseyeran una energía que las hiciera físicamente superiores a los hombres y la utilizaran para transformar y dominar el mundo? ¿Qué pasaría si los hombres temieran a las mujeres?
Naomi Alderman nos ofrece la respuesta en una novela a medio camino entre la distopía y la literatura feminista, y que reúne todos los requisitos de los clásicos del género de ciencia ficción.
Y no solo eso, porque también nos plantea la desigualdad entre hombres y mujeres desde un nuevo punto de vista: la contraposición completa sobre quién y cómo ostenta el poder y qué hace cuando lo tiene.
The Power es una novela atrevida y sólida, con un planteamiento filosófico que nos invita a reflexionar acerca de la revolución, la confianza, los líderes —políticos y espirituales—, el poder, la unión, la camaradería, la sumisión, el dominio… desde la óptica del «y si…».
¿Y si un día, al alcanzar la adolescencia, las mujeres desarrollan un poder que les permite dominar físicamente a los hombres, en lugar de iniciar un camino que las coloca en clara desventaja frente al sexo opuesto?
«Algo está pasando. La sangre le palpita en las orejas. Siente un cosquilleo que se expande por la espalda, los hombros, la clavícula. Le dice: puedes hacerlo. Le dice: eres fuerte.»
Naoemi Alderman nos presenta a unas adolescentes que alcanzan la edad adulta cuando se les desarrolla un ovillo en la clavícula que genera electricidad. Una energía que materializan en la palma de las manos y descargan sobre la víctima a través de los dedos, pudiendo causar incluso la muerte por electrocución.
Las primeras lo descubren casi por casualidad. Al principio están desconcertadas: no saben muy bien qué es ni cómo controlarlo, pero enseguida se dan cuenta de que esa energía les da un poder rotundo, absoluto. Y más cuando comprueban que también pueden enseñar a las mujeres adultas a desarrollarlo. Ahora son ellas quienes ostentan la fuerza, son muchas y están por todo el mundo. En definitiva: ha llegado el momento del dominio femenino.
La autora sustenta el peso de la narración sobre cuatro personajes principales. Cada uno de ellos tiene un cometido clave en la historia y representa un arquetipo de la estructura social que conocemos, y aunque en un principio Naomi Alderman nos los presenta de manera independiente, a medida que avanza la trama, sus destinos se entrecruzan.
Los personajes.
Allie ha llegado al límite: no soporta más abusos de su padre adoptivo. Está sola y lo sabe; nadie la ayudará; solo puede huir, y eso hace después de utilizar su descarga eléctrica contra él, el maltratador. El camino a la libertad la lleva hasta un orfanato regentado por monjas, donde se instala y se recupera bajo una identidad nueva, la de Eva, preparándose para convertirse en guía espiritual de lo que está por venir: la era de las mujeres.
En poco tiempo, Eva pasa a ser Madre Eva, la mujer escogida por la Diosa para hacer llegar sus enseñanzas y dirigir a todas las mujeres del mundo de acuerdo con una ética y espiritualidad que las hará libres.
Roxy ha sido víctima del peor trauma que una adolescente puede sufrir: asistir al asesinato de su madre como resultas de un ajuste de cuentas entre su padre, un poderoso criminal londinense, y uno de sus enemigos. Y allí estaba ella, agazapada en una esquina hasta que aquel hombre se acercó y tuvo que defenderse sometiéndolo a su fuerza. Pero ahora tiene que salir del país si quiere seguir con vida. Alguien les ha hablado de un orfanato en Estados Unidos donde acogen a chicas en situaciones dificultosas y ese será su nuevo hogar, junto a una líder religiosa que se hace llamar Madre Eva.
Roxy es la guerrera que la voz de la Diosa había anunciado a Madre Eva. Juntas conseguirán el cometido para el que han sido elegidas.
Margot lleva años en política y ahora que ha conseguido ser un referente en la ciudad no está dispuesta a que un grupo de adolescentes revolucionarias trunquen su carrera. Sin embargo, debe aceptar que no se trata solo de la travesura de unas cuantas chicas sino de algo serio y organizado que puede cambiar la Historia de la humanidad. Pero de momento, ¿dónde se coloca ella? Parece que lo más sensato es actuar como sus homólogos de Iowa y Delaware y cerrar colegios e institutos para proteger a los chicos, porque las chicas están atacándolos con su nuevo poder eléctrico. Esa es la decisión de urgencia mientras ponen en marcha la segregación de centros por géneros.
Tunde tiene 21 años y está decidido a ser el reportero que muestre al mundo entero lo que está sucediendo con las mujeres.
Todo empezó durante el verano, cuando por fin se quedó a solas con Enuma y entre flirteo y flirteo ella le colocó los dedos en el brazo, y sintió un cosquilleo primero y el entumecimiento de toda la extremidad después. No supo muy bien qué había sucedido hasta transcurridos varios días, cuando en una tienda vio como una chica actuaba de igual manera con un hombre mucho mayor que ella. Pero el hombre no tuvo tanta suerte como él, porque la descarga de la chica resultó mortal.
Como buen periodista, Tunde estaba atento a la situación y, anticipándose a la escena, había puesto a grabar su móvil. Tenía el documento gráfico de la descarga, el vídeo con el que empezó la historia del Día de las Chicas; internet hizo el resto.
Naomi Alderman utiliza el espejo narrativo de manera brillante con estos cuatro personajes para mostrarnos nuestra sociedad y criticarla.
Madre Eva es la nueva mesías que lidera y evangeliza. Representa la conciencia, las creencias, y demuestra hasta qué punto el discurso dirige nuestras decisiones.
Roxy es el enfoque militar y estratega, un brazo necesario para imponer la fuerza y dominar.
Margot representa la ambición política, la pérdida de ética en función de sus intereses y necesidades.
Y Tunde, el mal necesario para que algo se expanda y prospere (no por casualidad es el único hombre): los medios de comunicación.
La trama.
Allie sabe que es la elegida para liderar espiritualmente la revolución que acaba de comenzar. La voz de la Diosa la guía, solo tiene que escucharla y predicar lo que resuena en su interior. Empiezan siendo un grupo reducido, pero cada vez son más las que acuden hasta el centro de acogida en el que vive buscando una nueva realidad que las libere.
Allie, que ahora es Madre Eva, reescribe la historia y desvela que los verdaderos mesías eran mujeres. Miriam, y no Moisés, para los judíos; Fátima, y no Mahoma, para los musulmanes; Tara, la madre de la liberación budista, y María, la salvación para los cristianos.
La voz anuncia la llegada de Roxy, la aliada perfecta, la guerrera que ayudará a Madre Eva a dominar el mundo. Roxy es la encargada de organizar un ejército de mujeres que velará por todas ellas y de negociar con otras líderes que, siguiendo la doctrina de Madre Eva, han surgido en distintos países para someter a los hombres.
Y mientras tanto, Tunde, se ha convertido en el periodista oficial de la revolución. Es el único hombre que ha conseguido relacionarse con las mujeres sin que le vieran como una amenaza y el único que ha recorrido el mundo para filmar chicas irradiando su energía.
En definitiva, Naomi Alderman construye una novela que podemos definir como feminista, porque son las mujeres quienes lideran y dirigen el mundo; de ciencia ficción, porque proyecta una sociedad futura en la que las mujeres poseen una energía eléctrica que las hace físicamente superiores a los hombres, y una distopía, porque plantea una sociedad ficticia que reproduce los parámetros de poder masculinos, lo más crudo y criticable de nuestra realidad.
Una novela brillante que no en vano le ha merecido la mención de «Mejor Novela del Año», por The Guardian.