Matarratas. El crimen perfecto existe, de Alejandro Arís (ed. Suma de Letras, 2009) es un thriller médico que plantea la posibilidad de cometer el crimen perfecto. Comienza en Wisconsin, con una extraña enfermedad hemorrágica del ganado cuyo origen podría estar en la hierba traída de Europa para alimentar a las vacas. Este episodio tendrá consecuencias impredecibles
Marcos Serrano, con 35 años, ha conseguido aprobar el examen que le hacía especialista en cirugía general. Además, tenía un nuevo trabajo en el Hospital de Especialidades del Vallés, en Barcelona, el mismo donde trabajaba su novia Paula. Por fin iba a lograr la estabilidad profesional y laboral que anhelaba.
Su nuevo jefe, Jaime Cervera, era un veterano cirujano que había alcanzado fama años ago pero que había sido relegado a un puesto marginal por su complicado carácter. Era un excelente cirujano, pero insoportable en el trato personal. Esta especie de Dr. House le dará a Marcos la oportunidad de aprender técnicas novedosas. Cuando le conoce, le promete que le va a llevar a altísimas cotas quirúrgicas y, en poco tiempo, Marcos comprobará con agrado que su jefe cumple su promesa con creces.
Por su parte, su novia Paula, hematóloga del departamento de investigación comienza a trabajar en el desarrollo de un nuevo medicamente cuya idea le ha llegado de forma fortuita. Con el apoyo de su padre, dueño de unos laboratorios, emprenderá una dura tarea que le hará comprobar las dificultades de colocar un medicamente nuevo en el mercado.
La sospecha de que se ha cometido un asesinato en el hospital, sumergirá a Marcos y Paula en una peligrosa investigación que estará relacionada con el proyecto de Paula y con una compleja historia relacionada con el tráfico de drogas en Colombia y con la preparación de un atentado islamista en el corazón de Barcelona.
La novela nos desvelará las complejidades del mundo de la industria farmacéutica, la situación actual de las mafias relacionadas con el tráfico de drogas y nos permitirá asistir a una serie de revelaciones sobre temas médicos relaciones con los trasplantes y la cirugía que resultan realmente sorprendentes.
Encontraremos personajes relacionados con el narcotráfico que mostrarán una falta total de escrúpulos. También asistiremos a dilemas éticos protagonizados por los médicos del Hospital y las peripecias de Elena, anestesista de 38 años, antigua amante de Cervera, cuya vida sexual promiscua e irresponsable, en cuyos detalles el autor se recrea en exceso llegando a lo chabacano, provocará que se vea involucrada en un episodio clave en el desarrollo de la intriga.
Gaudí y “La Sagrada Familia” también son protagonistas de la novela, con una serie de criptogramas relacionados con la obra del artista que podrán a prueba las mentes de Marcos y Paula.
Finalmente, asistiremos a un planteamiento estrella en las novelas policíacas, “¿existe el crimen perfecto?”… Este párrafo, que describe cómo funcionan los matarratas, puede darnos una pista sobre la respuesta:
“Las ratas son animales inteligentísimos. Si tú colocas un trozo de queso con estrictina y una rata se lo come y muerte, ninguno de sus congéneres volverá a caer en la trampa porque relacionarán aquel queso envenenado con la muerte de su compañera. Por lo tanto, el matarratas ideal debe actuar a destiempo, provocando la muerte unos días después, sin que se pueda relacionar con algo que la rata comió en días anteriores”.