¡Eureka! De Chad Orzel (ed. Ariel, 2015) es un libro dirigido a todo tipo de lectores para descubrir al científico que llevamos dentro. Una obra divulgativa que hará las delicias tanto de los que sean de ciencias como de los que somos de letras, como es mi caso, y agradecemos libros sencillos y prácticos, que nos acercan al mundo de la ciencia de forma amena para explicarnos cómo la ciencia forma parte de nuestra vida cotidiana, aunque muchas veces no somos conscientes de ello.
Chad Orzel nació y creció en Nueva York. Se licenció en física en el Williams College y se doctoró en Física y Química en la Universidad de Maryland. En la actualidad, es profesor del Departamento de Física y Astronomía en el Union College de Schenectady de Nueva York. Vive cerca del campus con su mujer, Kate, con su hija y, por supuesto, con Emmy, la reina de Niskayuna.
En este libro Orzel defiende la tesis de que todo el mundo tiene un científico en su interior y nos invita no solo a descubrirlo sino a ponerlo en práctica aplicando el método científico de observar, pensar, comprobar y difundir. Y es que, aún los que rechazan la ciencia, se pasan mucho tiempo actuando científicos porque el proceso científico “es un componente principal de muchas aficiones y pasatiempos”. Y para los que sigan escépticos, el autor se compromete a convencernos de esta arriesgada premisa de la que parte el resto del libro.
Y es que descubrir al científico que llevamos dentro nos permitirá desenvolvernos con eficacia en las situaciones que se nos presenten, cuando no lo estemos haciendo ya, aunque no nos hayamos dado cuenta. Y es que el método científico lo aplicamos desde que somos niños, solo nos queda reconocer esta capacidad y usarla de forma eficaz.
El autor nos invita a observar el mundo que nos rodea y nuestra forma de interactuar en él. Y es que, aunque parezca mentira, cocineros, bibliófilos, coleccionistas de disco, lectores o deportistas usan el método científico, así como cuando hacemos un crucigrama, jugamos al ajedrez o al Angry Birds.
De forma acertada, Chad Orzel consigue conjugar conceptos que parecen antagónicos como la física cuántica y la vida cotidiana, trayendo buenas noticias a todos los que piensan que la ciencia no es lo suyo: ¡sí lo es!
