In vino veritas, de Virginia Gasull (ed. Suma de Letras, 2015) es un entretenido thriller que mezcla misterio, historia, arte, nazismo, pasión, glamour y enología. Una original propuesta en la que la autora nos engancha con una prosa cuidada y ágil, que mantiene el pulso narrativo a lo largo toda la trama.
Creo que en esta ocasión, antes de entrar en más detalles sobre la novela, es importante conocer algo más sobre la curiosa biografía de la autora y el peculiar periplo de esta su primer novela.
La autora
Virginia Gasull. Nacida en Irún en la década de los setenta, comienza su actividad profesional en el sector de la arquitectura y después lo dirige hacia el desarrollo de proyectos relacionados con Internet.
Durante la siguiente década mantendrá su actividad en este campo. En paralelo realiza estudios de sexología y en 2009 inicia su labor profesional como formadora impartiendo charlas sexológicas para grupos y asociaciones de mujeres. Su afición por la cultura del vino la lleva también a realizar diferentes cursos de enología y cata, así como visitas a bodegas en las principales regiones vinícolas de Europa.
Durante una de estas visitas a la región de Burdeos comienza a conocer la historia de los viticultores franceses durante la ocupación alemana en la Segunda Guerra Mundial y, tras años escribiendo relatos cortos, en 2013 se sumerge en la investigación y elaboración de In vino veritas, una novela que aúna la cultura del vino, el del nazismo y el mundo del arte. Todos los acontecimientos históricos narrados en estas páginas están basados en hechos reales.
In vino veritas fue autopublicada en Amazon y obtuvo un gran éxito de descargas y críticas, manteniéndose durante varias semanas en el número 1 de la lista de más vendidos.
In vino veritas.
Estoy seguro que lo relatado anteriormente es suficiente para despertar el interés por esta novela. Pero hay más motivos para recomendar su lectura y los encontramos en su interior, en el desarrollo de una trama que engancha desde la primera página.
La protagonista es Anne Otieza, inspectora de la Brigada de Patrimonio Histórico de la Policía Judicial, una mujer inteligente y culta, licenciada en Historia del Arte, con un pasado que ha dejado heridas abiertas en su corazón que intenta ocultar sumida en una constante huida. Después de los múltiples fracasos en el terreno sentimental, había levantado un muro emocional que evitaba cualquier acercamiento y vivía volcada en su trabajo, dedicada en cuerpo y alma a la lucha contra los delitos artísticos. Pero la losa de su pasado seguía suponiendo un enorme peso sobre sus hombros.
La vida de Oteiza dará un giro radical cuando reciba la misión de colaborar con la interpol en la investigación de la desaparición de unas valiosas botellas de vino de añadas anteriores a la Segunda Guerra Mundial. La protagonista se sumerge un mundo que hasta entonces desconocía para lo que solicitará la colaboración de Édouard DeauVille —experto en vinos y propietario de un château—, con el que surgirá una atracción que pondrá a prueba el muro emocional de Oteiza. La propuesta de la inspectora despertará la curiosidad y el interés de Édouard, que se involucrará de lleno en la investigación, cada vez más cautivado por el caso y por Otieza.
La narración de la investigación, realizada en tercera persona, se alterna con un relato en primera persona con el que la autora se dirige directamente al lector, identificándolo con la protagonista, abriendo su alma y su corazón, permitiendo un acercamiento que nos involucra aún más en la lectura. Poco a poco irán encajando las diferentes piezas del pasado de Anne Oteiza así como de Édouard, al mismo tiempo que se desarrolla la trepidante investigación.
Asistiremos así a una serie de revelaciones sobre el coleccionismo enológico, el mundo del arte, el expolio nazi, la Resistencia francesa o el curioso papel jugado por el vino durante la Segunda Guerra Mundial, que se desarrolla en diferentes y peculiares escenarios como el Festival de Cine de San Sebastián o los viñedos de Burdeos.
El misterio y el suspense acompañarán a una protagonista que se enfrentará a sus fantasmas del pasado intentando encontrar redención, mientras la trama nos va llevando en volandas con revelaciones históricas, giros argumentales, acción y pasión, sin dar un respiro ni a los protagonistas ni al lector.
In vino veritas es una novela que nos demuestra que los libros no solo se devoran, también se beben, sorbo a sorbo, o de un trago como es el caso…
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