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Bajo esa consideración aborda, y reflexiona, acerca de temas como ‘De la utilidad y los inconvenientes de vivir entre espectros’, ‘Identidad sin persona’ o ‘Desnudez’, que da título al libro. Siempre, y es una impresión de lector de sus obras, bajo un cierto prisma de contenido religioso como referente, como explicación para el entendimiento.
Su erudición es riquísima, su lenguaje cuidado hasta el esmero -lo cual otorga una condición de exigencia para una lectura cabal- pero ello no oculta la claridad de pensamiento. A propósito, por ejemplo, del valor de la desnudez nos dice: “La única cosa segura es que al principio Adán y Eva estaban desnudos y no sentían vergüenza. Después de la caída, en cambio, sienten la necesidad de cubrirse con las hojas de higuera. Es decir, la transgresión de la orden divina implica el paso de una desnudez sin vergüenza a una desnudez que debe cubrirse” Un sentido perfectamente extrapolable y presente.
Al fin, y como un pensar deductivo a propósito de la ‘posición’ del hombre ante la realidad, concluye: “Los modos en que ignoramos algo son tanto y a la vez más importantes que los modos en que lo conocemos. Existen modos del no saber –distracciones, desatenciones, olvidos- que producen torpeza y fealdad, pero existen otros –la despreocupación encantada de un niño- cuya perfección no nos cansamos de admirar” Una reflexión actual, una forma de conocimiento siempre teniendo como fondo el escenario de lo cotidiano. Un libro para pensarse.
Ricardo Martínez https://www.ricardomartinez-conde.es/