Jed Martin es el personaje central de esta obra que viaja desde unas décadas ago hasta el futuro propuesto que nos espera dentro de veinte o treinta años. Un artista del mundo de la pintura, la fotografía y la creación que triunfa en los desechos del consumismo y la macroeconomía. Los críticos de arte elevan a los altares su imágenes, simples fotografías de mapas de Michelin. Ponen por las nubes sus representación de objetos materiales y le otorgan la categoría de artista universal con sus cuadros sobre los prohombres del mundo actual, incluyendo a Steve Jobs y Bill Gates, el magnate de VW Pietsch o el propio Houellebecq.
Martin es un hombre apocado, incapaz de relacionarse abiertamente. Sólo su padre jubilado y recluido u Olga, la ejecutiva de Michelin con la que comparte aventura se cruzarán en su camino… Hasta que el Houellebecq personaje aparece, es representado, asesinado, troceado y su muerte resuelta con la ayuda del mismo Martin.
La onírica aventura futurista que abarca la última parte del libro busca “apretar la llaga” de la sociedad actual convirtiendo a Francia en un paraíso turístico incomprensible para Martin pero, por fin, cercano.
Su ritmo y su escritura son por momentos caóticos, su argumentación fluctúa cerca de la enajenación mental, a ratos genio a ratos impostor. Nos sentimos como en la anécdota judía del rabino a cuya casa acude un esposo pidiéndole ayuda matrimonial y éste le dice: “tienes razón”. Poco después llega la esposa quien después de ser escuchada recibe la comprensión del religioso: “tienes razón”. Escuchando oculta todo se haya la mujer del rabino quien después de oír las dos respuestas se dirije a él increpándonle “Moisés, no pueden tener los dos la razón”. Calmadamente Moisés responde: “Sabes, mujer, tú también tienes razón”.
Sin duda Houellebecq sigue siendo una experiencia. Si esa experiencia es necesaria o prescindible decídanlo ustedes.
Marc Canela
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hola, pues precisamente ese fluctuar entre “la enajenación mental” y la extrema lucidez es lo que más me gusta…Excelente reseña y por supuesto, tú también tienes razón ,-)
https://pesquisassalvajes.blogspot.com/2011/09/obsolescencia-cultural-programada.html
Prescindible. Mucho dato técnico, de la cámara y mucho “cortapega” de wikipedia. La historia y los personajes, de cartón piedra. Dentro de unos años, olvidada por fortuna.