Desde mi punto de vista, Querida Catástrofe, el nuevo libro de Teresa Moure, es una novela fresca, divertida y desenfada ideal para leer en verano.La historia se centra en describir la crisis de una pareja joven así como de qué modo intenta cada uno de ellos dar un poco de aire fresco a su relación. Se desarrolla entonces una suerte de vodevil de ambiente burgués y que sirve como excusa a la autora para reflexionar sobre lo complicadas y contradictorias que son en muchas ocasiones las relaciones sentimentales. LEER MÁS
Por otro lado, el punto de vista adoptado me ha parecido sin duda lo más interesante o sugestivo de la novela en cuestión. La narradora de la historia, presunto alterego de la autora, se convierte en uno de los protagonistas esenciales de la narración. Aunque no interviene directamente en la acción de los personajes, sí que los critica, se burla de ellos o expresa sus recelos o dudas sobre los conflictos que se van planteando a lo largo de la historia. De igual modo, interpela al lector, interrumpiendo la acción, y se atreve a darle consejos sobre cuándo y cómo leer la novela, qué actitud tomar, en que momento es más adecuado leer un capítulo concreto, etc.
Sin embargo, pienso también que la presencia de esta narradora ensombrece en muchas ocasiones las peripecias de los personajes implicados en la historia, adquiriendo, desde mi punto de vista, un excesivo protagonismo que perjudica la narración, la entorpece o consigue que me distancie un poco de lo que estoy leyendo.
Por último señalar, la importancia vital que posee en cada una de las peripecias descritas en la novela el mundo de las sensaciones que experimentan los personajes (las caricias, los gestos de cariño o de seducción). En ese sentido, se pone especial énfasis en la piel como principal órgano transmisor de éstas, aspecto éste que me parece especialmente cuidado por parte de la autora y que aporta un elemento extra de interés a la historia.